Ya inmersos en el otoño, es habitual sentir que la vuelta a las obligaciones, así como el descenso de las temperaturas y el menor número de horas de sol nos empiezan a pasar factura: comienzan los primeros resfriados, nos sentimos cansados y, a veces, un poco desanimados.
Para afrontar esta situación, existen una serie de nutrientes que pueden ayudarnos a obtener un aporte de energía extra que fortalezca nuestro organismo y a superar esta astenia otoñal.
Rhodiola, tu ayuda para combatir el estrés
Una de ellas es la rhodiola, de la que ya hablamos en otro post, una bonita flor amarilla que posee la capacidad de mejorar el estado de ánimo, mitigar el estrés y aliviar la sensación de fatiga y debilidad. Gracias a sus propiedades adaptógenas, esta planta puede ayudar a nuestro organismo a adaptarse mental y físicamente a situaciones cambiantes de nuestro entorno o que puedan producirnos un gran estrés como un problema en el trabajo o en los estudios o un conflicto familiar o de pareja.
Vitamina C, cualidad antioxidante
La vitamina C constituye otra gran aliada, gracias a sus efectos antioxidantes y desintoxicantes.
¿Dónde encontrar vitamina C? Se encuentra casi exclusivamente en los vegetales frescos –frutas, hortalizas y verduras de hoja verde- y su déficit puede producir irritación, cansancio y dolor en las articulaciones.
Mejora tu resistencia física con hierro
Igualmente, es muy importante, durante el otoño, una alimentación rica en hierro, que nuestro organismo utiliza de manera constante y que nos ayuda a prevenir infecciones y a mejorar la resistencia física.
¿Dónde encontrar hierro? Presente en la carne de vacuno, moluscos, legumbres, frutos secos y cereales, una ingesta insuficiente puede producirnos anemia y hacer que nos sintamos débiles.
Levanta el ánimo con triptófano
No tan conocido, pero igual de útil para afrontar el decaimiento, resulta el triptófano, un aminoácido que nuestro organismo precisa para segregar serotonina y melatonina, dos compuestos fundamentales para mantenernos en un óptimo estado de ánimo y poder dormir bien. Por tanto, su carencia puede provocar desánimo, apatía, confusión, angustia, ansiedad, insomnio y fatiga. Dado que se trata de un aminoácido esencial –lo que significa que nuestro organismo no puede sintetizarlo por sí solo-, debe estar presente en las cantidades adecuadas en nuestra dieta diaria.
¿Dónde encontrar triptófano? Alimentos de origen animal como el salmón, los huevos, las ostras y el queso son fuentes de triptófano, al igual que otros de origen vegetal como la soja, la alubia blanca, las lentejas y los pistachos.
Refuerza el sistema inmunitario con ácido fólico
Por último, debemos ingerir también el suficiente ácido fólico, porque, esencial para el funcionamiento correcto del sistema inmunitario, nos puede ayudar a mantener a raya el número de resfriados y otras infecciones de las vías respiratorias. Su carencia, además, puede volvernos más irritables y hacernos sentir más cansados.
¿Dónde encontrar ácido fólico? Por este motivo, en nuestra dieta no pueden faltar la leche, la yema de huevo, las hortalizas, las naranjas, las verduras de hoja verde, los guisantes, las habas y las lentejas. Las mujeres embarazadas suelen necesitar, además, tomar suplementos diarios de este mineral.