Si la anterior semana comentábamos las características principales de las vitaminas, hoy paso a dar unas breves nociones sobre los minerales. Son también micronutrientes esenciales que deben ser incorporados a través de una dieta variada y equilibrada.
Existen 20 minerales esenciales para el organismo de las personas y a diferencia de las vitaminas, los minerales son más estables frente al oxígeno, el calor y la luz lo que les permite resistir mejor los procesos culinarios.
Los minerales son importantes en la salud ya que forman parte de nosotros. Por ejemplo, el sodio, el potasio y el cloro están presentes en los líquidos corporales manteniendo la presión osmótica. El calcio y fósforo forman parte de los huesos; el cloro en el HCl del estómago necesario para los procesos de digestión; o el yodo en la formación de la glándula tiroidea y así muchos ejemplos más.
Las deficiencias en minerales son menos habituales que en vitaminas, si bien existen hasta tres posibles deficiencias importantes. Una de ellas es la deficiencia en hierro que es posiblemente la más frecuente en la población mundial, ya que la sufren hasta 2000 millones de personas, de los cuáles 600 millones son niños prescolares según la OMS (Organización Mundial de la Salud). La consecuencia del déficit es la anemia que se manifiesta por fatiga, apatía, palidez en la piel entre otros síntomas.
Para evitar este déficit debes procurar ingerir alimentos ricos en hierro como carnes, aves, pescados, legumbres, frutas secas y cereales. Pero el bajo consumo de estos alimentos no es el único motivo para sufrir déficit en este mineral, también la parasitosis, las infecciones bacterianas frecuentes y las hemorragias frecuentes o abundantes (sangrado menstrual, parto, etc) pueden desencadenar en falta de hierro.
Otro déficit habitual es en yodo, el cual es deficitario según datos de la OMS hasta en el 35% de la población mundial. Uno de los síntomas más habituales por falta de yodo suficiente es el bocio, ante el déficit la glándula tiroides, ubicada en el cuello, se agranda progresivamente en un intento para compensar la demanda de producción de hormona tiroidea. Además, puede provocar hipotiroidismo, ya que el yodo es importante para la producción de hormonas tiroideas. La causa principal es el bajo consumo de alimentos ricos en yodo (como los productos del mar y sal principalmente), las causas hereditarias pueden también ser un factor importante.
Finalmente, la deficiencia de calcio en la población es poco conocida, según los datos obtenidos en un estudio reciente la población española entre 18 y 65 años no conseguía llegar a los niveles recomendados de 1 gramo de calcio diarios a través de la alimentación. Entre las causas se argumentaban el descenso en la ingesta de lácteos y otros factores que dificultan la absorción del calcio como el sedentarismo, la falta de vitamina D y la toma habitual de bebidas alcohólicas. La osteoporosis es la manifestación más habitual del déficit de calcio, si bien también se han visto problemas musculares, calambres y contracturas en deportistas con bajos niveles de calcio plasmático.
Fuentes:
http://www.who.int/nutrition/topics/ida/es/
http://www.thyroid.org/deficiencia-de-yodo/
Orozco p, et al. Evaluación de la ingesta de calcio en la población adulta en España. Estudio INDICAD. REEMO 2004;13(6):117-21