Alimentos a evitar antes de irte a dormir

Ya hemos hablado sobre cómo debe ser la última comida del día y cuales son los alimentos que nos ayudan a dormir mejor.

A lo largo del día, la actividad metabólica no tiene el mismo ritmo y al final del día, por ejemplo, la digestión se hace más lentamente y por ello, a veces ingerimos más alimentos de los que realmente necesitamos.

Hoy quería contaros algunos de los alimentos que, al contrario, debemos evitar en la medida de lo posible antes de irnos a dormir.

Los expertos recomiendan cenar entre una y dos horas antes de acostarnos pero ¿qué alimentos debemos evitar?

1.- Cafeína

beneficios del café

Como es lógico hay que tratar de evitar cualquier bebida que contenga cafeína.
El café o los refrescos con cafeína deberían evitarse a partir de las 16 horas, si queremos conciliar el sueño sin problema.

2.- Las grasas

Las grasas tardan en ser digeridas en su totalidad, por lo que hacen que la digestión sea mucho más lenta y a la vez más incómoda.

Conviene por tanto, evitar ingerir demasiadas grasas al final del día, como los embutidos, las carnes muy grasas o los fritos, para tener una digestión más ligera y ayudar a conciliar mejor el sueño.

3.- Los dulces

bollería industrial

El azúcar proporciona energía al organismo. Por ello, es conveniente evitarlo, sobre todo, al final del día.
Además, al igual que pasa con las grasas, ralentiza la digestión y puede ocasionar molestias e impedirnos conciliar el sueño.

4.- Picantes

Los alimentos picantes son más difíciles de digerir a cualquier hora del día, por lo que obviamente, deberíamos evitarnos también en la cena.

5.- El alcohol

riesgos del alchol

El alcohol puede causar somnolencia pero puede evitar que el sueño sea reparador y que consigamos un nivel de descanso adecuado.
Lo importante, en cualquier caso, es cenar ligero y evitar alimentos que hagan más lenta la digestión.

Os recomendamos leer también  Cómo debe ser la última comida del día y Los alimentos que nos ayudan a dormir mejor.

 

El alcohol como factor de riesgo

Ahora que hemos dado por finalizadas las navidades, vamos a fijarnos en un elemento protagonista en estas fechas como acompañamiento a las comidas copiosas: el alcohol. Mucho se habla sobre si es buena o no la ingesta moderada de alcohol. Tanto es así que, incluso en nuestra pirámide nutricional, aparece descrita como beneficiosa y recomendable. Pero hay que tener cuidado al interpretar esta recomendación. Conviene realizarse las siguientes preguntas: ¿Qué es un consumo moderado? ¿Afecta a todo el mundo por igual? ¿Es recomendable tomar aunque sea mínimas cantidades de alcohol?

En primer lugar, se entiende por consumo moderado la ingesta de dos vasos de vino o cerveza al día. Aunque se han documentado beneficios cardiovasculares en cantidades muy bajas y sólo en bebidas alcohólicas fermentadas de baja graduación como vino, cerveza o sidra, es mejor no realizar recomendaciones con carácter general que favorezcan el consumo.

riesgos del alchol

Las bebidas alcohólicas incluyen agua, etanol, cantidades variables de azúcares y nutrientes, y, dependiendo del tipo de bebida, el principal aporte es la energía, ya que cada gramo de alcohol aporta 7 Kcal/g.

 En nuestro país todo se celebra con alcohol, incluso algunas penas. Es importante recordar que el alcohol en exceso es responsable de causar serios problemas y daños sociales, mentales y emocionales, como criminalidad, violencia familiar y además, de incrementar el riesgo de sufrir accidentes tráfico, con elevados costes para la sociedad.

Así mismo, su consumo habitual aumenta el riesgo de obesidad, hipertensión arterial, hipertrigliceridemia, enfermedades hepáticas,  pancreatitis, gastritis, cáncer orofaríngeo, de esófago y de estómago.

A este respecto, la OMS argumenta que el beneficio del consumo moderado de alcohol sólo se observa en la enfermedad isquémica, no en el resto de enfermedades cardiovasculares; además, añade que su efecto protector no es aplicable a jóvenes y que en personas mayores, el efecto protector del deporte y la dieta equilibrada es mucho mayor que el consumo moderado de alcohol.

Como conclusiones debemos recordar que:

  • Las bebidas alcohólicas fermentadas pueden ser consumidas por adultos sanos de manera opcional, moderada y responsable pero:

No sobrepases las dos-tres unidades (una unidad = una copa de vino o un botellín de cerveza) al día en varones, y algo menos (una o una unidad y media) en mujeres.

El consumo abusivo de bebidas con contenido alcohólico puede incrementar el riesgo de enfermedades y de accidentes. Nunca las tomes cuando conduzcas un vehículo, durante el embarazo, la lactancia y, por supuesto, en la infancia.

  • En ningún caso se debería promocionar el consumo de bebidas alcohólicas entre la población abstemia argumentando sus potenciales efectos beneficiosos.
  • En el caso de personas que toman medicamentos, que padecen enfermedades crónicas o que tienen limitaciones en el consumo de bebidas alcohólicas siempre tenemos la opción de recomendar el consumo de mosto de uva o manzana, cerveza o vino sin alcohol, aguas minerales, infusiones o zumos de frutas naturales.
  • En el periodo infantil y juvenil el agua y los zumos naturales serán los elementos prioritarios de hidratación. El consumo de bebidas alcohólicas no es recomendable en periodos de crecimiento y desarrollo.
  • Evitar el alcohol, la cafeína, el tabaco y la automedicación durante la lactancia.
  • Nunca debemos permitir el consumo de alcohol en los niños.
  • Evitar el tabaco y el consumo de bebidas alcohólicas en los ancianos.

 

Fuentes: Consejos para una alimentación saludable. SENC y SEMFYC. Madrid 2007

Propiedades saludables del vino

El aceite de oliva, el pan y el vino son alimentos característicos e identificativos de países del mediterráneo. Nuestro aceite de oliva virgen es archiconocido y ya hemos hablado de sus propiedades tan beneficiosas. Y qué decir del pan, uno de los alimentos más completos que existen y que no engorda a pesar de la creencia popular.

Hoy vamos a hablar del vino y rendirle el merecido homenaje a esos consejos de nuestros abuelos cuando siempre comían con vino. Además, estamos en época de vendimia; sí un poco retrasada este año. Un labriego me comentó que la primavera fue muy húmeda, sobre todo junio, y unido a que no hizo mucho calor en verano ha propiciado que se haya retrasado.

La uva está compuesta por un 80% de agua y contiene hasta un 18% de hidratos de carbono, sobre todo glucosa y fructosa. Es rica en vitamina B, sales minerales, ácido fólico y fibra. En su piel está el resveratrol que, junto con unas sustancias llamadas flavonoides, le dan la propiedad de antioxidante.

beneficios del vino

Pero el vino es más que la uva, las sustancias que lo componen también proceden de su proceso de fermentación y por eso contiene también polifenoles, ácidos cinámicos, magnesio, antocianinas y, por supuesto, etanol.

El vino es una bebida considerada que tiene una actividad antioxidante hasta 80 veces más potente que la vitamina E o el selenio. Además, se le atribuyen las siguientes propiedades:

  • Ayuda a controlar la presión arterial
  • Disminuye formación de cálculos renales
  • Actúa como digestivo
  • Ayuda a controlar el LDL colesterol o colesterol malo
  • Indicado y útil en periodos de debilidad, astenia y convalecencia
  • Puede ayudar a reducir la incidencia de nuevos tumores

Y ahora que sabes estos beneficios, tampoco te hagas un alcohólico, que todo tiene su límite. La Sociedad Española de Cardiología recomienda dos copas de vino al día, independientemente de si tienes o no un problema cardiaco. Siempre es beneficiosa su ingesta aunque se recomienda en las comidas. Es igual que sea tinto que blanco, aunque parece que el tinto tiene efectos más beneficiosos.

*Fuentes consultadas: Dieta sana  y Club del hipertenso.