Claves para combatir el síndrome de la clase turista

Para este verano, las autoridades aeroportuarias españolas esperan más de medio millón de vuelos con origen o llegada en España. Estas cifras suponen… ¡más de 30 millones de pasajeros!

consejos frente al síndrome de la clase turista

Y es que el avión es un gran medio de transporte, pero los viajes largos, sobre todo en esta época del año, pueden hacer sufrir a nuestras piernas. Seguro que has oído hablar del ‘síndrome de la clase turista’, que se define como la situación clínica relacionada con la inmovilidad propia de los pasajeros que viajan en avión y, por tanto, a la aparición de síntomas derivados de tener una trombosis venosa, habitualmente en los miembros inferiores.

Los síntomas pueden aparecer durante el viaje o inmediatamente después, pero a veces ocurren pasadas varias semanas. La frecuencia de aparición es baja y está muy relacionada con el número de horas de vuelo. Parece que a partir de las 6 horas de viaje el riesgo es más elevado, existiendo cinco casos por cada millón de pasajeros.

Te preguntarás si al viajar muchas horas en tren o en coche ocurre algo similar. Y la respuesta parece ser que no. El avión tiene más riesgo porque unido a la inmovilidad, la escasa humedad relativa que existe dentro de la cabina, favorece la deshidratación y aumenta la viscosidad de la sangre, pudiendo favorecer la formación de coágulos.

A la hora de montar en avión y sobre todo si vas a pasar muchas horas sentado, ten en cuenta estos factores de riesgo ante el síndrome de la clase turista:

  • Alteración congénita de coagulación.
  • Enfermedades importantes como cáncer o insuficiencia cardíaca.
  • Edad avanzada.
  • Varices.
  • Toma de anticonceptivos orales.
  • Antecedentes personales de trombosis.
  • Terapias hormonales.
  • Obesidad.
  • Traumatismo o cirugía reciente.
  • Inmovilidad (ortostatismo y posición sedente prolongadas).

La prevención como siempre es la mejor estrategia, así que aquí tienes varios consejos que pueden servirte estas vacaciones:

  1. Elige asientos próximos a los pasillos; así será posible dar paseos esporádicos durante el vuelo.
  2. Muévete. Un buen ejercicio consiste en contraer los músculos de las piernas regularmente durante el vuelo y evitar estar mucho tiempo parado.
  3. Al estar sentado, evita tener las piernas colgando o muy dobladas, ya que eso dificulta la circulación
  4. No cruces las piernas.
  5. Aprovecha las escalas durante el vuelo para mover ampliamente las extremidades inferiores
  6. Bebe mucha agua.
  7. No consumas alcohol.
  8. No lleves prendas ajustadas y utiliza medias de compresión hasta las rodillas.
  9. Consulta con tu médico o farmacéutico si tienes dudas antes de viajar.
  10. Las aerolíneas disponen de consejos prácticos para prevenir este problema, consulta a su tripulación.

¡Buen vuelo!

Si quieres saber más, revisa estos enlaces:

http://www.secardiologia.es/images/stories/file/cys/sindrome-clase-turista.pdf

http://www.msssi.gob.es/biblioPublic/publicaciones/docs/vol31_4Tromboembolismo.pdf

http://www.elsevier.es/es-revista-medicina-clinica-2-articulo-sindrome-clase-turista-13032634

¿Qué es la crononutrición?

Las funciones de nuestro organismo están reguladas por un reloj interno que regula su actividad durante las 24 horas del día. Este reloj biológico ‘se pone en hora’ gracias a los sincronizadores naturales que tenemos en nuestro entorno, como son la luz y la oscuridad.

La cronobiología (chronos significa tiempo en griego) estudia los ritmos biológicos, es decir, las variaciones de nuestra actividad biológica en función del tiempo. Estos ritmos cronobiológicos pueden funcionar las 24 horas del día, lo que se conoce como ritmo circadiano, 28 días (ritmo mensual que explica por ejemplo la menstruación), tres meses (estacional) o anual.

Si nos centramos en el ritmo circadiano, podemos decir, por ejemplo, que nuestro organismo tiene los niveles más elevados de tensión arterial por la mañana, que el movimiento intestinal se inicia hacia las 8.30 horas de la mañana, que la máxima fortaleza muscular se da a partir de las 17.00 de la tarde y que la secreción de melatonina necesaria para conciliar el sueño empieza hacia las 21.30 horas de la noche; y así tenemos muchos otros ejemplos.

Una de las áreas de la cronobiología es la crononutrición, surgida en 1986 a partir de los trabajos del nutricionista francés Alain Delabos. Esta disciplina defiende que la crononutrición adapta la alimentación a los ritmos que sigue nuestro organismo ya que no asimilamos los alimentos de la misma manera dependiendo de la hora a la que los tomemos.

En España, destacan los trabajos de la Dra. Marta Garaulet, una de las expertas más importantes a nivel mundial. De hecho el año pasado publicó este estudio en el que observó que realizar la comida principal antes de las 15.00 horas favorece una mayor pérdida de peso .

qué es la crononutriciónOtro aspecto curioso de esta disciplina es la demostrada en este estudio realizado por el departamento de nutrición de la Universidad de Navarra; pudieron ver que consumir hidratos de carbono de bajo índice glucémico por la noche y alimentos ricos en proteínas durante la primera parte del día favorece la pérdida de peso en una dieta hipocalórica y mejora algunos parámetros bioquímicos como la glucosa, el colesterol, etc.

Finalmente, recuerda que existen estudios publicados que relacionan la falta de sueño con el sobrepeso, ya que se disminuye el gasto metabólico y aumenta nuestro apetito, especialmente de alimentos más calóricos.

Como puedes comprobar, para prevenir la obesidad importa mucho el momento del día en que comemos.