Dietas que no son siempre tan saludables como deberían, la toma de medicamentos durante largos periodos de tiempo, el exceso de estrés, la falta de ejercicio físico, los coqueteos con el alcohol o el hábito del tabaco… Y, si vives en una gran ciudad, también la contaminación ambiental. Todos estos factores, algunos de ellos, difíciles de evitar, generan sustancias tóxicas en el organismo.
Afortunadamente el hígado y los riñones, principalmente, nos ayudan a librarnos de muchas de estas sustancias tóxicas: estos órganos trabajan para mantener todo en orden en nuestro cuerpo. Por tanto, es necesario que pongamos también un punto de cordura en relación al concepto de alimentos o dietas détox que de un tiempo a esta parte se ha puesto tan de moda.
Alimentos “detox” en la dieta
Zumos, dietas y preparados detox varios, por muy naturales que sean no pueden sustituir nunca los beneficios de una buena dieta, y por ende, algunos de estos preparados no están exentos de algunos riesgos, tal y como recoge la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) que define, por ejemplo, a los batidos verdes como uno de los 13 riesgos emergentes para la salud.
En primer lugar, es fundamental que bebamos agua en cantidad suficiente, adaptada a nuestras características personales. Como sabemos, en general, entre dos y dos litros y medio al día es la cantidad recomendada por los expertos. Si, al mismo tiempo, reducimos a cero el consumo de alcohol, habremos dado un paso muy importante para facilitar que nuestro cuerpo se depure de forma natural. Es difícil, pero no imposible.
En segundo lugar, una vez más, la clave radica en la nutrición. Por una parte, ya sabemos que para mantenernos sanos y en buena forma es necesario moderar el consumo de grasas animales y, en cambio, incluir en nuestra dieta variedad de frutas y verduras, entre otras recomendaciones. Realizar una dieta variada y saludable, adaptada a las características de cada persona continúa siendo la recomendación principal.
Existen por otra parte una serie de alimentos a los que se les han atribuido algunas propiedades desintoxicantes. Sin embargo, es un concepto que precisa de mayor definición y evidencia como para realizar recomendaciones específicas acerca de las cantidades a consumir y los beneficios derivados. Vamos a conocer algunos de ellos:
- Vegetales de hoja verde. Algunos investigadores atribuyen a la clorofila poder depurativo, por lo que añadir a tu dieta espinacas, acelgas, brócoli o alcachofas puede ser una buena idea para limpiarte por dentro. Atrévete también con las verduras de tallo como el cardo o el apio. No olvides sin embargo que ingerir clorofila en grandes cantidades puede ser dañino y producir síntomas de intoxicación
- Ensaladas verdes o multicolor. Recurre a tu imaginación, porque hay multitud de vegetales con la que puedes hacer ensaladas riquísimas como la lechuga, la escarola, los canónigos o la rúcula. Y el toque de color lo conseguirás añadiendo zanahorias, espárragos, pimientos, tomates, remolacha o las frutas que más te gusten.
- El ajo. Este clásico de la dieta mediterránea nunca debe faltar en nuestra cocina, pues, además de sus propiedades fundamentalmente antioxidantes, posee también efecto diurético. Es decir, nos ayuda a evitar la retención de líquidos. Su consumo en exceso tiene algunas contraindicaciones en aquellas personas con tendencia a sufrir hemorragias. También la cebolla ayuda a estimular el hígado, según algunas fuentes, sólo si se consume cruda
- Los cítricos. Naranjas, mandarinas, kiwis, limones… Las frutas conocidas como cítricos tienen gran cantidad de beneficios nutricionales y sus diversos componentes son estudiados por separado para determinar sus beneficios potenciales para la salud. En personas con especial sensibilidad puede resultar desaconsejable la ingesta de naranja o de su zumo en ayunas puede provocar algunas molestias. Su ingesta entre horas sin acompañarse de otros alimentos puede favorecer la aparición de caries dental, y el zumo de pomelo pueden producir alguna interacción si se toman con algunos fármaco
- El tomate y el aguacate. Ambos alimentos, son fuente de glutatión, un antioxidante que además protege nuestras células. Sin embargo la absorción del glutatión de la dieta no está definitivamente demostrada y se requieren más trabajos al respecto.
- El aceite de oliva virgen extra. Este otro alimento estrella de la dieta mediterránea contiene también sustancias que protegen el hígado como el ácido oleico, la vitamina E y los polifenoles. Úsalo para cocinar y para aliñar tus ensaladas porque, además, se trata de un alimento cardiosaludable.
Plantas con propiedades depurativas
Otra manera de echar una mano a nuestro cuerpo en esta labor de depuración es recurrir a determinadas especies de vegetales cuyas propiedades depurativas están siendo estudiadas. Conozcamos algunas de ellas:
- El té verde. Se trata de otro gran aliado a la hora de desintoxicar nuestro hígado y cuenta también con propiedades diuréticas. Por este motivo, acostumbrarse a tomar una taza de esta infusión de manera regular puede ser Sin embargo en algunos trastornos cardíacos, embarazo, insomnio, o epilepsia, entre otros, puede estar contraindicado su consumo.
- El té de Java. Originaria de Indonesia, esta planta contiene abundantes sales de potasio, ácidos fenoles y flavonoides. Ayuda a limpiar las vías urinarias por su acción diurética. También está contraindicado en insuficiencia renal ó cardíaca, y se ha de consultar su utilización en caso de embarazo o lactancia.
- La cola de caballo. Esta especie vegetal, rica también en sustancias minerales (magnesio, sílice, potasio) y flavonoides, es conocida por su poder diurético, ya que produce un incremento en la secreción de orina. Por ello, es perfecta también para ayudarnos a depurarnos y a luchar contra la retención de líquidos. Consultar en embarazo y lactancia, porque faltan estudios sobre su seguridad en estos casos y su consumo a largo plazo.
- El abedul. Las hojas de este árbol, que puede alcanzar los veinte metros de altura, pueden convertirse también en nuestras aliadas pues son capaces de aumentar la cantidad de orina que producimos. La Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) avala su poder detoxificante, que posiblemente se debe a los flavonoides y compuestos fenólicos que contiene.
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