Los ácidos grasos omega 3 no son producidos por nuestro organismo, por lo que debemos incorporarlos a través de la alimentación.
Es importante asegurar una ingesta suficiente de estos ácidos ya que aportan grandes beneficios a la salud.
De hecho, la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC) recomienda el consumo de pescado azul 2-3 veces/semana. De este modo puede cubrirse la ingesta recomendada de ácidos grasos omega 3. En aquellas personas que no comen nunca pescado (por ejemplo, personas alérgicas al pescado), o aquellos que no llegan a dichas recomendaciones, porque no les gusta cocinarlo o simplemente no les gusta, los complementos alimenticios que contengan omega 3 pueden contribuir a aportarlos.
Los beneficios más importantes derivados de la ingesta de omega 3 en diferentes etapas de la vida y situaciones fisiológicas se enumeran en la siguiente tabla:
Etapas de la vida y situaciones fisiológicas |
Efecto en las variables de estudio |
Gestación y primera infancia |
|
Población general adulta |
|
Envejecimiento |
|
Ref: Prados A, Ros Farré P, Bach-Faig A. El papel de los ácidos grasos omega-3 en las diferentes etapas de la vida en población sana. Revista El Farmacéutico (ediciones Mayo). 2015 Jun; 521:14-22.
Existen varios tipos diferentes de ácidos omega 3 poliinsaturados.
Los más importantes son el ALA (alfa-linolénico), el DHA (docosahexaenoico), el DPA (docosapentaenoico) o el EPA (ecosapentaenoico).
El ALA lo podemos encontrar en las espinacas, las coles de Bruselas, las nueces y algunos aceites vegetales, mientras que la principal fuente de DHA y EPA es el pescado azul (atún, el bonito, el boquerón, la caballa, el jurel, el salmón, la sardina..). El DHA también se encuentra en ciertas algas marinas.
Otras fuentes de omega 3 son el marisco (moluscos como el mejillón, las vieiras o las almejas), las semillas de lino, la quinoa, el aguacate o el tofu.
Lo importante es asegurarnos una ingesta suficiente porque, como vemos, los beneficios son muchos.
Speak Your Mind