La dieta mediterránea nos ofrece gran variedad de frutas y verduras y consumirlas frescas es, casi siempre, la mejor opción.
Sin embargo, la vida ajetreada que llevamos, las prisas y la falta de tiempo, provoca que no siempre tengamos tiempo de ir a comprarlas en el momento en que queremos cocinarlas o consumirlas.
En esos casos, es una buena idea optar por las verduras congeladas por varios motivos:
1.- Disponibilidad
La principal ventaja es que las tenemos siempre disponibles.
Guardar las verduras congeladas, nos asegura tenerlas a mano, incluso si no tenemos tiempo para hacer la compra.
2.- Conservación
Las verduras congeladas se mantienen en condiciones óptimas, libres de patógenos o degrradación durante su conservación.
De esta forma evitamos que un fallo en la planificación acabe por estropearlas como si fueran frescas.
3.- Nutritivas
Mantienen los valores nutricionales casi iguales que las verduras frescas, e incluso en el caso de algunas verduras, como el brócoli o la zanahoria, que conservan más nutrientes que las frescas, según algunos estudios de la Universidad de Chester.
4.- Rapidez
Las verduras congeladas suelen venir peladas, cortadas y no hace falta descongelarlas para cocinarlas por lo que no suponen más tiempo que las frescas en el caso de prepararlas, por ejemplo, cocidas.
5.- Naturales
Las verduras congeladas no precocinadas, no contienen aditivos ni conservantes.
6.- Maduración
Las verduras se ultracongelan en su punto exacto de maduración por lo que se conservan en óptimas condiciones.
Como veis, se trata de una opción perfecta en casos de falta de tiempo o necesidades especiales, y además, se puede combinar perfectamente con el consumo de otras verduras frescas.
Speak Your Mind