Cada vez son más las personas que deciden crear pequeños huertos en su casa con el objeto de proveerse de algunos vegetales cultivándolos ellos mismos.
Son innumerables las ventajas sociales y personales que trae consigo un huerto casero (relaja, nos acerca a la tierra, enseña a los más pequeños a entender la naturaleza…) pero también son innumerables las ventajas que tiene a nivel nutricional.
1.- La primera es que los vegetales llegan en perfecto estado y con el máximo frescor a la mesa.
2.- Adiós a los fertilizantes y aditivos. No hay mejor forma de asegurarte que tus verduras no tienen pesticidas que cultivarlos tú mismo.
3.- El sabor es perfecto. Al transcurrir tan poco tiempo desde la recolección hasta su consumo, el sabor permanece intacto.
4.- Conservación. Un huerto propio hace que los alimentos se conserven mejor, al evitar transporte, malas condiciones de conservación, etc…
5.- Cultivar tus propios vegetales supone un ahorro importante.
6.- Pero además plantar tus propios alimentos incentiva a consumirlos con lo que beneficiará nuestros hábitos alimenticios.
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