Uno de los alimentos más relacionados con la Navidad, sobre todo en España, es el turrón. Los anuncios publicitarios de este tradicional producto, fundamentalmente en televisión, nos retrotraen a otra época, como aquel de “El turrón más caro del mundo”, o el clásico “Vuelve por Navidad”.
Centrándonos en el aspecto nutricional, el turrón lleva asociado un San Benito de alimento calórico y culpable -casi en exclusiva- de esos kilos de más que tras las fiestas ansiamos quitarnos. ¿Es esto verdad? Te lo adelanto, no del todo.
Si nos atenemos a la información nutricional de la base de datos Bedca y analizamos un turrón tipo, de Alicante, podemos observar que es un alimento que aporta una cantidad importante de grasas, hidratos de carbono y calorías. Sin embargo, el perfil de grasas es muy saludable, destacando principalmente las mono y las poliinsaturadas en una cantidad similar al del aceite de oliva. Por lo tanto, se trata de grasas vegetales y saludables. Destaca además el hecho de que no contiene colesterol.
Respecto a los hidratos de carbono que contiene, la mayoría son azúcares mono o disacáridos. En este aspecto sí que el consumo debe ser limitado en caso de problemas de obesidad y en diabéticos, tal y como señala la Fundación Española para la Diabetes : “Para efectuar una sustitución y poder tomar turrón, debemos saber que si consumimos por ejemplo una pequeña porción de 10 gramos, debemos dividir por 10 las calorías y el contenido en hidratos de carbono que indique en la etiqueta del producto. En nuestro caso, 44,9 gramos divididos entre 10 es 4,4 gramos. Esto, transformándolo a las medidas de equivalencias de las dieta para diabéticos, es casi media ración de hidratos de carbono”. También señalan que “no hay grandes diferencias entre los turrones tradicionales y los denominados aptos para diabéticos”.
Por otra parte, el turrón contiene la mayoría de aminoácidos esenciales además de vitaminas A, E y algunas del grupo B aparte de fibra y minerales como calcio, magnesio, fósforo y potasio.
Como puedes comprobar, no es tan fiero el león como lo pintan pero como siempre os decimos, hay que comer con sentido común y todo en su justa medida. Si eres diabético y/u obeso, precaución.
Finalmente, te aconsejo que leas siempre la etiqueta del turrón que compres y que mires si tiene gluten, lactosa, caseína y así evitar intolerancias o alergias alimentarias, ya que hay muchos tipos y marcas y tal vez no se adecúen al perfil que te he presentado.
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