Con la llegada del verano, del Tour de Francia, y de las vacaciones, la opción de echarse una siesta (“yoga ibérico” como llegó a denominarla Camilo José Cela) es una de las actividades más apetecibles y saludables. No descubro América si os digo que esta práctica tiene múltiples beneficios como pueden ser:
- Mejorar la sensación de bienestar general.
- Aumentar la vitalidad.
- Reactivar los reflejos.
- Mejorar nuestro grado de atención.
- Incrementar la eficacia de nuestro trabajo.
- Disminuir el riesgo de accidentes cardiovasculares.
Algunos de estos beneficios se han publicado en diversas publicaciones, como la que puedes consultar haciendo click aquí, o el famoso estudio de la NASA, que concluyó que la siesta perfecta dura 26 minutos.
Aunque se trata de un hábito que no deberíamos dejar solo para las vacaciones o el fin de semana, es cierto que los horarios que llevamos en algunas ocasiones dificultan que podamos realizarla de forma habitual.
La siesta no solo es sana, sino que en personas que, debido a su actividad laboral están muchas horas conduciendo, es obligatoria para que sus reflejos y su capacidad de atención mientras conducen sean seguros para ellas y el resto de personas que se encuentran en la carretera. Eso sí, para quien le cueste dormir por la noche, las siestas no deben superar los 15-20 minutos y se deben de realizar entre las 14h y las 16h de la tarde para que haya espacio suficiente con la hora de irse a dormir.
Te paso también una serie de consejos nutricionales para que la siesta sea más placentera:
- Evita bebidas ricas en cafeína, té y otros estimulantes
- Salsas y alimentos picantes provocan ardor y acidez, por lo que te dificultarán tomarte la siesta como se requiere.
- Comidas ricas en grasas dificultan la digestión y pueden generar un malestar que te impida conciliar la siesta.
- Huye de comidas copiosas.
- Todos los alimentos que nutricionalmente son los menos recomendados para nuestra salud (grasas saturadas, alcohol, alimentos ricos en azúcar) también lo son para una buena siesta.
- Elige alimentos de fácil digestión como ensaladas, verduras, hortalizas.
Y ahora… ¡disfruta de tu siesta!