Estas Navidades van a ser muy peculiares en muchos sentidos. Las restricciones y medidas de seguridad ante la Covid-19 nos van a obligar, en muchos casos, a cenar con la mascarilla puesta y, seguramente, seremos muchos menos en casa. Pero sí hay algo que no va a cambiar: una mesa repleta de tentaciones en forma de turrón, polvorón o, incluso, de copa en la sobremesa. En esta época del año, solemos asumir que terminaremos las fiestas con dos o tres kilos de más, que luego nos costará mucho esfuerzo perder. Sin embargo, no tiene por qué ser así. Os aseguro que disfrutar de la Navidad y mantener un peso saludable no es misión posible. ¿Por qué no nos proponemos este año comer más saludable por Navidad?
Entre los factores que contribuyen a hacer de las fiestas navideñas un periodo peligroso desde el punto de vista nutricional, está el gran número de comilonas que celebramos: aunque seamos menos a la mesa, como os decía, nos pondremos igualmente las botas. Y, como de costumbre, la gran mayoría de familias españolas seguirá optando por menús y recetas más elaborados, que suelen incluir en su composición salsas o ingredientes ricos en grasas.
A ello se añaden también los inevitables aperitivos y las largas sobremesas en las que licores y dulces compiten sobre la mesa por llamar nuestra atención. Para colmo, tendemos a volvernos perezosos con las rutinas de actividad física que solemos practicar el resto del año. Cuesta moverse con el estómago lleno, ¿verdad?
Las consecuencias no tardan en aparecer: dos semanas de alimentación no saludable, exceso de alcohol y escaso ejercicio físico bastan para que, el 6 de enero, sea necesario un agujero más en el cinturón. Lo peor es que, además de retención de líquidos y aumento de la grasa de corporal, los pecados navideños pueden desembocar en problemas de salud que una báscula no es capaz de marcar: aumenta el colesterol, sube la tensión arterial y los niveles de azúcar en la sangre se elevan. En las siguientes líneas os dejamos consejos de salud, que nos vendrán genial para no engordar en navidad.
Consejos para comer saludable en Navidad
Podría decirse que las Navidades no son cardiosaludables. Pero no tiene por qué ser así: si ponemos un poco de empeño y disfrutamos con mesura de los manjares y bebidas durante las comidas y reuniones, podemos disfrutarlas sin poner en peligro nuestra salud.
Para conseguirlo, existen pequeños trucos a los que podemos recurrir para comer más saludable en la festividad. Por ejemplo, no mantener los dulces a la vista entre las comidas. De esta manera, evitaremos caer en la tentación de picar entre horas y no echaremos más leña al fuego. Hemos de mantener, además, la rutina de cinco comidas al día. A media mañana y para merendar, podemos tomar fruta de temporada, que nos hidratará y saciará, o frutos secos como las almendras. Típicas en esta época, son ricas en vitaminas, minerales y antioxidantes, y poseen beneficios cardiosaludables, además ser muy saciantes.
Otra buena idea es empeñarnos en cocinar de manera saludable siempre que podamos, aunque sea Navidad. Sobre todo, intentemos cuidarnos los días en que no tengamos eventos familiares o con amigos, en los que podemos aprovechar para cocinar al vapor, al horno o a la plancha.
Disminuyamos también los platos con grasas saturadas (presentes en carnes, embutidos y productos de pastelería) y optemos por el aceite de oliva y el pescado azul, por sus propiedades cardiosaludables.
Otro buen consejo que podemos seguir es reducir al mínimo la ingesta de turrones, mazapanes y bombones: pruébalos, pero no repitas. De esta manera, evitarás el exceso de azúcar. Si es necesario, comparte el postre con otra persona, porque te permitirá matar el gusanillo del dulce sin abusar de él.