Motivos para tomar lentejas

La verdad es que si hay algo que apetece al llegar el otoño, son las legumbres.

Tal y como vimos en el post titulado “Las legumbres, un alimento estrella”, son de uno de los grandes tesoros de nuestra gastronomía y, como veremos, aportan múltiples beneficios a nuestra salud.

Hoy nos vamos a centrar en las lentejas.

Lentejas

Actualmente, nuestro país es, junto con Estados Unidos y Turquía, uno de los mayores productores de lentejas del mundo, así que podemos disfrutar de ellas, en todas sus variedades, e incluirlas en nuestra cesta de la compra por un precio bastante asequible.

Como decimos, las lentejas poseen un valor nutricional muy alto entre los que destacan los hidratos de carbono de absorción lenta.

Además, son una fuente de proteínas vegetales.

Aporta también fibra, lo que ayuda a que sean un plato completo, con poder saciante y capaz de regular los niveles de colesterol y de azúcar en sangre.

Aunque son conocidas por su aporte en hierro, este se absorbe de forma más deficitaria que el hierro procedente de otros alimentos como la carne. Para aumentar el poder de absorción del hierro, conviene tomarlas junto con alimentos ricos en vitamina C, que potencia la absorción de este mineral.

Lentejas

En cualquier caso, constituyen un alimento que puede ayudarnos para regular el tránsito intestinal y evitar el estreñimiento.

Aportan nutrientes como el fósforo, potasio, calcio, zinc, magnesio y selenio, convirtiéndose en una fuente de minerales extraordinaria con un poder además, antioxidante que nos ayudará a luchar contra los radicales libres.

Contienen también folato, se transforma en ácido fólico, muy recomendable sobre todo en el caso de mujeres embarazadas.

Una buena combinación puede ser juntar las lentejas con arroz, un plato bastante típico de nuestra gastronomía, ya que le aporta metionina, un aminoácido que enriquece las proteínas que ya, de por sí, contienen.

Beneficios de comer legumbres

Con la llegada del frío, las legumbres vuelven a ser un plato muy apetecible y muchas familias aumentan su consumo.

Se trata de un plato esencial dentro de la dieta mediterránea, bajo en grasa y alto en nutrientes.

Legumbres
Se recomienda tomar de 2 a 4 raciones de legumbres a la semana. (Se considera una ración de legumbres 70 g en crudo (1 plato normal individual de legumbre cocida).

Sin embargo, en los últimos años la falta de tiempo para cocinar ha hecho que se consuman menos legumbres de las recomendadas y ellos supone dejar de ingerir nutrientes esenciales contenidos en ellas.

alubias

La llegada del frío es una magnífica oportunidad para incorporar o aumentar el consumo de legumbres y aprovechar por tanto, todos sus beneficios.

Se trata de un alimento que proporciona fibra, hierro, vitaminas del grupo B, hidratos de carbono, y no aporta apenas grasa.
Además contienen calcio, magnesio , zinc, y ácido fólico, especialmente en los garbanzos.
Su aporte de fibra facilita la digestión y ayuda a regular los niveles de colesterol.

 

Fuente: Fundación Española del Corazón

Un menú para desterrar la mala fama de los guisantes

Es habitual que tras las Navidades nos propongamos empezar una dieta, apuntarnos a un gimnasio, intentar perder unos kilos, o mantenernos más en forma. En este sentido, muchas de las dietas reducen el aporte de legumbres, y sobre todo de los guisantes, pero, ¿por qué tienen esa mala fama?

Nosotros apostamos por ellos para protagonizar el menú saludable de hoy y componer una dieta de lo más sano.

Comenzamos con un desayuno completo: bol de tres piezas de fruta, con yogur desnatado y salvado de avena y un té o infusión opcional.

A media mañana tomamos un minibocadillo de pan integral con fiambre de pavo untado con tomate.

menú con guisantes

Llega la hora de comer y, de primero, una sopa juliana de verduras nos ayudará a entrar en calor, mientras que una infusión con leche desnatada nos sirve de postre. Como plato fuerte, los guisantes los preparamos salteados con patata y jamón serrano magro.

Como decíamos, los guisantes no tienen muy buena reputación, quizá porque sí resultan un alimento flatulento, pero para evitar esa sensación podemos tomar una infusión de hinojo, anís y menta. A su favor, hay que decir que son un producto rico en fibra, principalmente fibra insoluble, que nos ayudará a prevenir enfermedades intestinales como el cáncer de colon, a la vez que es apto para diabéticos.

Además, su alto contenido en vitaminas del grupo B y en ácido fólico hace de esta legumbre un arma para mantener sano nuestro sistema nervioso y evitar estados de depresión.

Para la merienda tenemos un zumo de naranja natural con un puñado  de avellanas.

Como plato para cenar y terminar el día, una ensalada de lomos de atún con cebolla, pimientos rojos asados y cinco olivas negras, junto a un trocito de pan y un yogur desnatado de postre.

En definitiva, hoy presentamos una dieta con las raciones recomendadas de fruta y verdura; las tres raciones de lácteos para el aporte de calcio; una buena fuente de proteína -tanto por el jamón como por el atún-; y una ración de frutos secos.

¡Buen provecho y feliz lunes!

*Este menú ha sido diseñado por Beatriz Romero. Diplomada en Nutrición Humana y Dietética, Postgrado en Nutrición por la Universidad de Navarra y Curso especializado en Nutrición Deportiva por la AEDN.

Menú con espinacas para aportar calcio a nuestro organismo

En el menú de hoy volvemos a apostar por las legumbres que, como ya vimos hace tiempo, son  uno de los alimentos estrella de nuestra dieta y un grupo que deberíamos tomar entre dos y cuatro raciones de cualquier de ellos a la semana.

El desayuno comienza con un zumo de naranja, una tostada de trigo y centeno con queso fresco desnatado sin lactosa, y mermelada de arándanos sin azúcar. Además, como añadido opcional, podemos tomar una infusión o un café.

Hemos insistido varias veces en que un desayuno completo tiene que tener los tres grupos de alimentos: lácteos, cereales y fruta. Pero, seguro que más de uno os preguntáis: ¿qué pasa si me sienta mal leche? Pues podemos intentar cambiarla por algún otro alimento: en esta dieta concreta de hoy hemos sustituido la leche por queso fresco sin lactosa, para mejorar nuestras digestiones sin renunciar a los lácteos, tan importantes.

Por su parte, los zumos de frutas tienen un aporte de vitaminas y minerales que preparan a nuestro sistema inmunológico para hacer frente al invierno. En este caso, mejor introducirlos con el estómago vacío para su completa absorción. Un buen  momento es a media mañana, y hoy tomaremos un zumo sin azúcares añadidos.

En la comida, de primero tenemos espárragos trigueros a la plancha y de segundo, un salteado de espinacas, cebolla, y garbanzos con un huevo a la plancha, que acompañaremos con un trozo de pan. Como postre, un plátano.

Y es que en el menú de hoy no nos interesa tanto el aporte de proteína vegetal del garbanzo (que ya hemos combinado con el huevo, que es el alimento con proteína de mayor valor biológico), como el aporte de calcio que tiene esta legumbre y las espinacas, tan necesario para el buen funcionamiento de nuestros músculos y la densidad de nuestros huesos. Así mismo, algo muy importante es el aporte de vitamina D para su correcta absorción, y en este caso nuestra fuente es la yema de huevo.

menú espinacas

Para merendar, un yogur desnatado sin lactosa con cuatro galletas tipo ‘María’ integrales.

Por la noche, cenamos un calabacín relleno de champiñón, pollo sin piel y cebolla, un trocito de pan y un yogur desnatado sin lactosa.

¡Buen provecho y feliz lunes!

*Este menú ha sido diseñado por Beatriz Romero. Diplomada en Nutrición Humana y Dietética, Postgrado en Nutrición por la Universidad de Navarra y Curso especializado en Nutrición Deportiva por la AEDN.