Consejos para una adecuada rutina del sueño

Valga la paradoja, el insomnio puede convertirse en nuestra peor pesadilla. Cuando no descansamos bien por las noches, la mente y el cuerpo se resienten: surgen la fatiga, la ansiedad, disminuyen el nivel de alerta y el rendimiento intelectual- También nos sentimos con menos energía y, en consecuencia, nos mostramos más irritables y más inestables emocionalmente. La somnolencia diurna puede, además, desembocar en accidentes domésticos o laborales.

rutina-sueño

Si tenemos en cuenta que, según los estudios, aproximadamente un 30% de la población padece al menos alguna de las manifestaciones propias del insomnio, queda claro que se trata de un problema muy serio, tanto a nivel individual como social. Además, este trastorno del sueño tiende a hacerse crónico en el 40-70% de las personas que lo padecen. Corren mayor riesgo de que esto les ocurra a las mujeres, los mayores, las personas que padezcan además una depresión u otras patologías, quienes tienen una baja posición económica o las personas separadas o divorciadas -frente a los emparejados o quienes siempre han permanecido solteros-.

Sin embargo, no debemos resignarnos a renunciar a un descanso saludable. Casi todas las causas del insomnio pueden identificarse y muchas de ellas, corregirse o solventarse. En muchos casos, como veremos, seguir rutinas en nuestra vida diaria constituye una de las claves.

Qué puede causarnos insomnio

Gran parte de las causas del insomnio son identificables. Se denomina insomnio secundario. Entre ellas encontramos las que tienen origen fisiológico. Por ejemplo, los cambios en el cuerpo que se producen durante la menopausia y el embarazo pueden provocarlo, así como fumar, tomar alcohol o sustancias estimulantes. Pero también un hábito tan saludable como practicar ejercicio físico puede producirnos problemas para dormir si lo realizamos justo antes de acostarnos. Igualmente, dormiremos peor si las condiciones ambientales son deficientes. Por ejemplo, si hace demasiado calor o demasiado frío, ruidosos o con luz excesiva.

También algunas condiciones laborales como el trabajo con horario nocturno o tener que volar con frecuencia largas distancias puede desencadenar el insomnio. En este último caso, se atraviesan distintos husos horarios en poco tiempo, lo que lleva a sufrir el fenómeno conocido como jet lag, hasta que el cuerpo del viajero logra habituarse al nuevo horario.

Otras causas de insomnio secundario son, por ejemplo, las que tiene un origen psicológico: pueden impedirnos pegar el ojo las emociones intensas, tanto negativas como positivas, ya que estimulan la corteza cerebral, un enamoramiento o hasta una discusión con el jefe.

En el caso de los más pequeños, el comienzo del curso escolar puede ser también un motivo para dormir peor, pues, a los nervios y emociones de este periodo, se añade el cambio de horarios y rutinas en su vida diaria.

Otras causas de insomnio secundario son las que producen algunas enfermedades psiquiátricas, algunas enfermedades orgánicas y el uso de algunos medicamentos.

insomnio-secundario

Horarios regulares, claves en una buena higiene del sueño

Como hemos visto, una buena parte de las causas que pueden impedirnos dormir pueden estar relacionadas con cambios o interrupciones bruscas en nuestras rutinas: desde la vuelta al cole, hasta tener que trabajar por las noches o el deporte fuera de hora.

Podría decirse, por tanto, que disfrutar de un descanso reparador depende en buena parte de que sepamos llevar una vida ordenada y regulada por unos horarios fijos. Para conseguirlo, puede ayudarnos adquirir costumbres como irnos a dormir y levantarnos siempre a la misma hora. No importa que sea fin de semana, hemos de tratar que nuestro horario sea siempre similar, lo que significa no irse a la cama a las mil el viernes o el sábado, para levantarnos a las tantas al día siguiente.

Puede ayudarnos también a conciliar el sueño el seguir una rutina antes de acostarnos. Por ejemplo, primero, cepillarnos los dientes y bañarnos o ducharnos con agua caliente; luego, poner el despertador y escuchar música o realizar ejercicios relajantes de yoga o respiración…

Recordemos, igualmente, que hemos de dormir solo lo necesario para encontrarnos descansados y despejados al día siguiente. En general, debemos seguir el ritmo de sueño que marca nuestro organismo y se desaconseja, en general, permanecer en la cama más de ocho horas-.

Y, aunque las siestas pueden ser recomendables, ya que parece que tienen un efecto cardiosaludable, deberían durar entre quince y treinta minutos -nunca más de media hora- para que no cueste dormir por la noche. Por la misma razón, debe haber un intervalo mínimo de siete horas desde el momento en que terminamos la siesta hasta el de irnos a dormir por la noche.

rutina-diaria-dormir

Comer mejor para conseguir un feliz descanso

Si deseamos descansar bien por las noches, es importante fijar y seguir horarios regulares no solo a la hora de dormir, sino también a la de comer. Por ello, hemos de evitar ingerir grandes cantidades en las tres horas previas a acostarnos, ya que las comidas copiosas producen digestiones pesadas que interfieren con el sueño.

Pero, ojo, igual de importante es no irse con hambre a la cama o habiendo cenado demasiado pronto, si no deseamos que los rugidos de nuestro estómago nos despierten por la noche.

En general, favorecerá un buen sueño llevar una dieta equilibrada, lo que incluye evitar, como hemos dicho, las cenas copiosas, y las sustancias estimulantes como las bebidas con cafeína, el alcohol y el tabaco. En cambio, tomar un vaso de leche tibia al ir a dormir puede favorecer el sueño. Pero, solo un vaso, pues beber demasiado antes de acostarnos puede llevarnos a tener que levantarnos varias veces por la noche para ir al baño. En este sentido, resulta prudente también orinar justo antes de ir a la cama.

Así mismo, hemos de evitar el ejercicio físico durante las cuatro horas previas a irnos a dormir: realizar al menos cuarenta minutos al día de actividad física es muy saludable, pero puede activarnos demasiado e impedirnos conciliar el sueño si la llevamos a cabo demasiado tarde. Igualmente, ser capaces de reducir la ansiedad que pueden producirnos los problemas y preocupaciones es también crucial para que consigamos descansar bien por la noche.

dieta-equilibrada-sueño

Soluciones naturales para conciliar el sueño

Por último, recordemos que existen tisanas o infusiones que pueden ayudarnos a dormir mejor. Por ejemplo, una valeriana puede aumentar nuestrol bienestar mental, si nos sentimos tensos o estamos sufriendo algo de estrés. Y, antes de acostarnos, una tila nos puede ayudar a relajarnos, lo que facilita el sueño y el descanso nocturno.

Otra posibilidad es tomar complementos nutricionales que contengan melatonina, una hormona que regula los ritmos corporales y que puede ayudar a disminuir el tiempo necesario para conciliar el sueño. Puedes consultar con tu médico o farmacéutico si estas soluciones pueden ser beneficiosas para ti.

Cómo no perder el sueño por el cambio de hora

Este sábado 28 de octubre toca pasar de nuevo al horario de invierno, por lo que habrá que retrasar una hora el reloj  -a las tres de la madrugada serán las dos-. Este cambio nos obliga a acostumbrarnos a que amanezca y atardezca nada menos que una hora antes, además de a habituar a nuestro organismo a un nuevo horario de sueño.

salud del sueño

¿Qué es el insomnio transitorio?

En concreto, esta variación en el horario supone levantarse una hora más tarde por la mañana, pero también a acostarse una hora más tarde por la noche. Y si todo esto resulta confuso y complejo para nuestras mentes, lo es también para nuestros cuerpos. En consecuencia, muchas veces acabamos sufriendo insomnio transitorio, un trastorno que ya padece entre el 25% y el 35% de los adultos de nuestro país, de acuerdo a la Sociedad Española de Neurología (SEN).

Hay que tener en cuenta que, con la edad, el sueño se vuelve más frágil y se interrumpe con mayor facilidad. Sin embargo, el descanso nocturno es una necesidad biológica de nuestro organismo, ya que permite restablecer las funciones físicas y psicológicas esenciales para un pleno rendimiento y bienestar.

Por eso, cuando no podemos dormir bien, rendimos menos en el trabajo, sufrimos fallos de memoria y de razonamiento y, con frecuencia, estamos de peor humor, más irritables y ansiosos. Incluso dormir poco puede generar obesidad.

Consejos para dormir bien

Recupera los hábitos de sueño

Pero siempre está de nuestra mano cuidar nuestros hábitos, de modo que nos resulte más fácil conciliar el sueño y también mantenerlo. Por ejemplo, es muy importante establecer un horario regular: intenta acostarte y levantarte cada día a la misma hora y sigue el ritmo de sueño que te marca el organismo, antes que el del reloj. Por otra parte, no es recomendable que te quedes en la cama más tiempo del necesario para dormir.

También has de prestar atención a los factores ambientales: mantén el dormitorio oscuro, tranquilo, bien ventilado y con una temperatura ambiental confortable a lo largo de la noche. Si se escucha el ruido de la calle, cierra las ventanas. Tampoco olvides apagar el móvil.

Otra de las claves para un buen descanso es tu cama, que debes mantener en buenas  condiciones. Es importante que tu colchón no sea ni demasiado blando ni demasiado duro y la almohada ha de tener la densidad y la altura adecuadas para ti. Recuerda también que la cama debe ser utilizada para dormir y no para leer, ver la televisión o trabajar.

claves para mejorar el sueño

¿Comer o no comer antes de dormir?

Durante las tres horas previas a acostarte, no ingieras grandes cantidades de comida ni bebida y evita las siestas largas durante el día. Lo más recomendable es que duren entre quince y treinta minutos y que el intervalo desde la finalización de la siesta hasta el momento de irte a dormir sea al menos de siete horas. Otro buen hábito es irse a la cama en cuanto se tiene sueño, en vez de quedarse dormido en el sofá.

Si siguiendo todas estas claves para combatir el insomnio no funciona, podemos consultar a nuestro médico o farmacéutico la posibilidad de utilizar soluciones nutricionales que contengan melatonina, una sustancia natural que ayuda a disminuir el tiempo necesario para conciliar el sueño.

 

Productos recomendados:

Ns Melatonina gotas

Ns Melatonina

Ns Melatonina Go

Consejos nutricionales, y no tanto, para dormir mejor las noches de verano

Las noches de verano suelen ser muy agradables para cenar en pleno contacto con la naturaleza o en la calle. Sin embargo, en muchos sitios de España y a veces incluso en el norte, dormir se hace complicado y molesto por las altas temperaturas. En este post resumimos algunos consejos que pueden ayudarte a conciliar antes el sueño y a que no pases mucho calor durante la noche.

sunset-396633_640

1)    Cena ligero: las frutas y las verduras suelen digerirse mejor. Se recomienda no beber sustancias estimulantes como cafeína, té y otros, así como evitar el uso del alcohol. También al terminar la cena no irse inmediatamente a dormir y dejar que pase al menos una hora. Evita beber mucho líquido antes de irte a dormir para evitar que te despiertes a media noche y te desveles.

 

2)    Mantén tu cuarto fresco y bien ventilado: los expertos recomiendan que el cuarto donde vayas a dormir se encuentre entre los 18 y 22ºC. Para ello, durante el día mantén las persianas bajadas procurando ventilar la habitación antes de las 10 de la mañana. A la hora de dormir, evita el aire acondiconado por el riesgo de resfriados, es más recomendable si no hay rudio en la calle dormir con las ventanas abiertas. Si no es posible, pon el aire antes de dormir pero no durante tu sueño.

 

3)    Una ducha fresca antes de dormir puede ayudarte a estar más fresco por lo menos a la hora de conciliar el sueño.

 

4)    No hagas deporte a última hora del día para evitar que la excitación propia del deporte te dificulte la conciliación. Es preferible hacerlo a primera hora de la mañana después de desayunar cuando todavía no aprieta el astro rey.

 

bed-945881_640

5)    Dormir de lado para evitar que tengas menos superficie corporal en contacto con la cama además de ayudar a aliviar el dolor lumbar. Las siestas son recomendables pero no sobrepases los 26 minutos que según la NASA son los deseables y si te la echas que sea entre las 14h y las 16h.

 

6)    En la farmacia existen complementos alimenticios que ayudan a conciliar mejor el sueño como la melatonina y plantas medicinales como la amapola de california y la pasiflora que ayudan a disminuir los despertares precoces. Consulta con ellos.

 

Descubre estos consejos en este vídeo.

¿Sabías que dormir poco puede generar obesidad?

reloj

Mucho se habla de la conciliación de horarios en nuestro país. Está claro que muchas personas cenan tarde, hacen deporte por la noche, escuchan la radio o ven la televisión hasta bien entrada la madrugada. Eso no evitará que al día siguiente el despertador suene y lo haga pronto, sobre las 6 o las 7 de la mañana.

Este desbarajuste de horario tiene consecuencias en nuestro organismo, y no solo significa estar con más sueño, con peor humor o más cansados, que ya de por sí es peligroso, entre otras cosas, si tenemos que conducir un vehículo o hacer una actividad arriesgada.

Casi el 57,8% de la población española según el CIS, duerme menos de 7 horas al día entre semana.

En los últimos años, se ha demostrado que dormir poco está relacionado directamente con el aumento de la grasa corporal, y por lo tanto, con la obesidad. El mecanismo es muy sencillo y obedece a un triple mecanismo:

1)     Si dormimos poco, estamos más cansados, por lo que nos moveremos menos, haremos menos deporte o actividad física y adoptaremos comportamientos más sedentarios.

2)     Se produce un desequilibrio hormonal, aumentando la hormona ghrelina y disminuyendo la de la leptina lo que impacta directamente sobre el control hormonal de la ingesta (es decir tenemos más apetito)

3)     Al estar más horas despiertos tenemos más oportunidad de comer.

insomnio

Todos estos efectos aumentan el riesgo de padecer obesidad y por ende de enfermedades cardiovasculares y diabetes.

Las investigaciones científicas señalan que deberíamos de dormir al menos 7,5 horas para combatir el riesgo de sobrepeso y llevar una vida más saludable. Finalmente, el CIS concluye en su encuesta que los que duermen más, también son más felices. Todo son ventajas.

Y tú, ¿Cuántas horas duermes?

 

Referencias

Patel SR, Hu FB.Obesity 2008;16:643-53;

Bell JF, Zimmerman FJ. Arch Pediatr Adolesc Med 2010;164(9):840-5

CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas)