Por qué es importante tomar alimentos ricos en vitaminas

La vitamina D ayuda a que nuestros huesos estén fuertes; la A, nos protege del cáncer; la B9 en las primeras etapas del embarazo se relaciona con la prevención de los defectos del tubo neural en los bebés y la B12 previene un tipo de anemia , denominada megalobástica, que provoca cansancio y debilidad en las personas. están vinculadas al buen estado de nuestro corazón. Bastan unos pocos ejemplos para ilustrar lo importantes que son las vitaminas para nuestra salud. En general, podemos decir que son necesarias para que nuestro organismo se desarrolle y funcione con normalidad. O, en otras palabras, que son esenciales  para la vida.

guía de alimentos ricos en vitaminas

Pero, a pesar de lo mucho que las necesita, el ser humano no es capaz de sintetizarlas por sí mismo o lo hace en cantidades insuficientes. Por tanto, hemos de obtenerlas de lo que comemos. Y, para asegurarnos de que a nuestro cuerpo llegan todas las necesarias y en la cantidad adecuada, nuestra alimentación debe ser rica y variada.

¿Qué tipos de vitaminas hay?

Antes de descubrir qué alimentos no deben faltar en nuestra dieta para asegurarnos un aporte completo de vitaminas, os contaré que no todas ellas son iguales. En realidad, se clasifican en dos tipos: si se disuelven en la grasas o aceites, se llaman liposolubles; si lo hacen en el agua, se denominan hidrosolubles. Entre las primeras, se hallan las vitaminas A, D, E y K y, entre las segundas, la vitamina C, la H y todas vitaminas las B (B1, B2, niacina, ácido pantoténico, biotina, B6, B12 y fólico).

Como curiosidad, os contaré que las vitaminas liposolubles son absorbidas en la parte alta del intestino junto con los lípidos de la dieta, por lo que cualquier factor que interfiera en la absorción intestinal de las grasas -por ejemplo, el consumo de determinados fármacos o algunos trastornos gastrointestinales- disminuye su absorción.

También es interesante saber que el cuerpo cuenta con reservas corporales de las vitaminas liposolubles. Por ejemplo, la vitamina A se deposita en el hígado. En cambio, no es capaz de almacenar las hidrosolubles, a excepción de la B12. Por este motivo, resulta todavía más importante tomar diariamente alimentos que las contengan.

Alimentos ricos en vitaminas

Así que ahora vamos a repasar los alimentos que nos proveen de las diferentes vitaminas. Empecemos por la C, una de las más conocidas, que contribuye a la formación del colágeno y posee efectos antioxidantes y desintoxicantes. Se encuentra solamente en los vegetales frescos –frutas, hortalizas y verduras de hoja verde-.

Continuemos con la vitamina A, que desempeña un importante papel en la visión nocturna e interviene en y el crecimiento óseo, entre otras funciones corporales. Se halla en algunos alimentos de origen animal como la mantequilla, los huevos, la leche y la carne-, mientras que en los vegetales está presente en forma de carotenos (provitamina A). Por su parte, la vitamina E, un importante antioxidante, está presente en los aceites vegetales –en especial lo los de girasol y maíz- y en los cereales de grano entero.

La vitamina H ó Biotina, que interviene en numerosos procesos metabólicos, fisiológicos y bioquímicos del cuerpo, se encuentra en una gran variedad de alimentos -frutas,ciertas verduras y hortalizas  leche, frutos secos, carnes, pescados,  hígado, huevos, semillas levadura de cerveza…-. En cambio, la vitamina D, que obtenemos sobre todo mediante la exposición al sol, se encuentra solo en los pescados grasos y huevos y, además, en pequeña cantidad.

alimentos con vitamina D

Continuando con nuestra lista, consumir alimentos de origen vegetal como la col, la coliflor, las judías verdes, los guisantes, los nabos, las coles de Bruselas, las espinacas y la lechuga nos suministrará un buen aporte de vitamina K, fundamental para que nuestra sangre coagule bien. Nada que ver con los alimentos ricos en vitamina B12, que son de origen animal: carnes magras, hígado, pescados y mariscos (almejas).

Por su parte, la B1 está presente en hortalizas verdes, pescado, carne, fruta legumbres, semillas y nueces y  lecheproductos integrales, mientras que la vitamina B2 se encuentra sobre todo en la leche y sus productos no grasos, las hortalizas verdes, la carne, el hígado, el pescado y los huevos. La B9, que muchos conocemos como ácido fólico y es crucial se relaciona con la correcta formación del tubo neural del  feto, se halla en las verduras de hoja verde, los cereales, los huevos, la soja, las naranjas, las legumbres y las nueces.

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Consecuencias de no tomar suficientes vitaminas

Como podemos ver, lo único que necesitamos para contar con todas las vitaminas necesarias es comer de todo con moderación. Sin embargo, esta situación ideal no se da en la práctica. En parte, debido al abandono de la dieta mediterránea de siempre. En su lugar, se están imponiendo hábitos alimentarios muy poco saludables y dietas desequilibradas, ricas en alimentos grasos o azúcares refinados.

Además, existen grupos de población que corren especial riesgo de sufrir carencias vitamínicas como los ancianos, las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, quienes realizan una actividad física intensa y las personas que se someten a dietas muy restrictivas e hipocalóricas, porque, por ejemplo, quieren perder peso.

Y las consecuencias para nuestra salud de no tomar las suficientes vitaminas alimentarse correctamente no son nada desdeñables: en los niños y adolescentes, puede producir fatiga, retraso en el crecimiento y una reducción de la capacidad mental, entre otros perjuicios. En los adultos, la carencia de vitaminas puede desembocar en malnutrición y una menor productividad en el día a día. En los ancianos, aumenta el riesgo de desarrollar problemas de salud como la osteoporosis, la diabetes y enfermedades neurológicas o cardiovasculares

Pero no nos alarmemos. Como hemos dicho, basta con llevar una alimentación equilibrada, basada en la tradicional dieta mediterránea y que incluya todos los nutrientes de forma moderada, para asegurarnos a nosotros mismos un aporte completo de vitaminas y, de esta manera, una mejor salud.

6 cosas que debes saber sobre el consumo de carne roja y procesada

6 que hay que saber respecto al consumo de carne roja y procesada

Siempre me ha sorprendido la capacidad que tienen muchos internautas de hacer “memes” con los temas de actualidad. Estoy francamente seguro de que te habrán llegado unas 5 chiste-imágenes con el tema de la semana, el comunicado sobre la evaluación del consumo de la carne roja y de la carne procesada de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

A raíz de la reciente polémica me gustaría apuntar en breves líneas una serie de ideas que son básicas para no alarmarse, pero sí para tomar esta advertencia como algo que nos invite a reflexionar sobre nuestro modo de comer y nuestros hábitos.

  • Conviene distinguir entre carne roja, todos los tipos de carne muscular de mamíferos, tales como la carne de res, ternera, cerdo, cordero, caballo o cabra; y carne procesada, se refiere a la carne que se ha transformado a través de la salazón, el curado, la fermentación, el ahumado u otros procesos para mejorar su sabor o su conservación. Ejemplo de estos preparados son los frankfurters (perros calientes/hot dogs/salchichas), el jamón, las salchichas, carne en conserva (corned beef), cecina o carne seca, así como carne en lata, y las preparaciones y salsas a base de carne. Estos alimentos procesados son los menos recomendables entre los dos tipos de carne, y  de los que siempre se ha advertido reducir su ingesta.

  • El informe de la OMS no dice nada nuevo que no se supiera ya. Las recomendaciones nutricionales de los diferentes organismos sanitarios hablan desde hace tiempo de que el consumo ideal de carne debe realizarse unas 2-3 veces a la semana.

  • El consumo de carne tiene beneficios nutricionales como ha señalado la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), por su contenido en proteínas de alto valor biológico, hierro, zinc y vitaminas del complejo B.

  • Coherencia y precaución, como es lógico, basar nuestra alimentación en uno o unos pocos alimentos es perjudicial para nuestra salud. Se desequilibra nuestra dieta y nos arriesgamos a tener problemas de desnutrición por ese desbalance nutricional. Para compensar este defecto, una vez más, sigue los preceptos de la dieta mediterránea.

  • Como es lógico, la generación de una enfermedad no sólo depende de un factor aislado, hay que tener en cuenta otros aspectos como la herencia genética y el resto de aspectos de nuestro estilo de vida tales como el sedentarismo, malos hábitos de sueño y descanso, y  el consumo de tabaco y  alcohol, entre otros.

  • La Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN) aconseja prudencia hasta conocer el informe de evaluación de riesgos de la Autoridad Europea, y seguir las actuales recomendaciones de salud pública que indican un consumo moderado u ocasional (no más de dos veces por semana).

En mi modesta opinión, esta noticia nos debe hacer reflexionar sobre nuestro estilo de vida y preguntarnos si el contenido de nuestro carro de la compra se asemeja o no a lo recomendado por la dieta mediterránea. Piénsalo.

Fuentes:

Comunicado de prensa OMS

Nota de la SEEN (Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición) ante la noticia de la OMS

Preguntas y respuestas

 

La dieta mediterránea, un tesoro para la salud

Como ya vimos en uno de los primeros posts, una alimentación equilibrada es buena para nuestra salud. Ciertamente, estamos ante una obviedad. Y voy a atreverme a decir otra: la dieta mediterránea es una forma de alimentarse de forma variada y equilibrada. Tenemos entonces dos obviedades; pues los españoles no hacemos caso a ninguna de ellas. Lo dijimos en el post de presentación, la mayoría de las personas dicen que no saben comer, y eso que somos mediterráneos.

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Serrat lo sabía y si dedicó una canción tan mítica al mediterráneo por algo sería. La dieta mediterránea es Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco desde 2010 porque sus beneficios para la salud están plenamente contrastados por muchos estudios científicos. Esta dieta se basa totalmente en alimentos que contribuyen a nuestro equilibrio nutricional, y seguir este tipo de alimentación nos ayuda enormemente no sólo a mantener la línea o a proteger nuestra salud nutricional, sino a prevenir ciertas enfermedades. Como muestra, un botón: en el estudio Predimed, (PREvención con DIeta MEDiterránea) que es el ensayo de mayor envergadura que se ha realizado sobre nutrición en España, se observó que la dieta mediterránea suplementada prudentemente con frutos secos y aceite de oliva reducía en un 50% el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.

Otro hallazgo reciente de este mismo estudio es que la dieta mediterránea alimenta nuestro cerebro protegiéndolo del envejecimiento y del deterioro cognitivo.

En líneas generales, esta dieta se caracteriza por incluir:

1)     Un alto consumo de grasas (pero ojo: en forma de aceite de oliva), tanto para cocinar como para aderezar los platos.

2)     Un elevado consumo de cereales no refinados, fruta, verdura, legumbres y frutos secos.

3)     Un consumo moderado-alto de pescado.

4)     Un consumo moderado-bajo de carne blanca (aves y conejo), y productos lácteos, principalmente en forma de yogurt o queso fresco.

5)     Un bajo consumo de carne roja y productos derivados de la carne.

6)     Un consumo moderado de vino o cerveza con las comidas.

Os dejo un link para aprender aún más sobre la dieta mediterránea: http://dietamediterranea.com/