D-manosa, el remedio contra la infección urinaria

La infección urinaria afecta al 13% de la población y constituye, tras la respiratoria, la infección más frecuente en el ámbito hospitalario. Además, la cistitis es una infección predominantemente femenina, en una proporción de diez a uno respecto al varón.

prevención de la infección urinaria con d-manosa

Es muy característica su recurrencia, es decir, que el 25-30% de las mujeres que han experimentado un episodio de cistitis presentarán tres o más en el plazo de un año.

La D-manosa y la infección urinaria

La D-manosa es un azúcar simple que se produce de forma natural en algunos alimentos como melocotones, maíz, naranjas y otras frutas. Tras su ingesta, la D-manosa es absorbida directamente por la parte superior del tracto gastrointestinal. Este azúcar, que se elimina a través de los riñones, es un coadyudante para el tratamiento de la cistitis.

Prevenir la cistitis con D-manosa

La cistitis es una de las infecciones urinarias más comunes, sobre todo en las mujeres, ya que aproximadamente cuatro de cada diez padecen algún episodio de cistitis a lo largo de su vida. La bacteria E. coli, que pertenece a la flora natural del intestino, es la responsable de alrededor del 80% de los casos de cistitis. Este tipo de bacterias se pegan a las paredes de la vejiga a través de fimbrias (“pelos” cortos) y adhesinas (unas sustancias producidas por las fimbrias). En concreto, las lectinas, que son un tipo de adhesinas, se unen a las células del huésped, desencadenando así la infección urinaria (con síntomas tan característicos como: dolor al orinar, ganas de orinar frecuentemente, sangre en la orina, etc.).

síntomas de infección urinaria

La D-manosa puede ser un aliado para prevenir las cistitis recurrentes, debido a su afinidad con esas lectinas de las bacterias responsables de la infección urinaria. El proceso es sencillo: la D-manosa se acopla a las lectinas, impidiendo su adhesión a las mucosas urinarias. La capacidad adhesiva del azúcar es tan alta que a las lectinas les resulta imposible pegarse a las paredes de la vejiga y permanecen vagando en la orina, hasta que se eliminan mediante la micción.

Otras posibles funciones de la D-manosa

La D-manosa no solo se encuentra en ciertos alimentos; también es un importante componente de nuestra mucosa vesical, un tejido que cubre la vesícula y que funciona como barrera protectora frente a sustancias perjudiciales. La D-manosa ayuda a la reconstrucción de esta capa cuando se ha visto afectada por sustancias ácidas, sustancias irritantes o bacterias, por ejemplo.

Por último, la D-manosa también impide la formación de biofilm. El biofilm es una estructura integrada por bacterias que se adhieren a las paredes de la vejiga y son capaces de permanecer ahí, constituyendo un reservorio, hasta que estímulos desencadenantes causan la re-infección. La D-manosa podría impedir que las bacterias tuvieran esa capacidad adhesiva y, por tanto, la formación de dichos depósitos.