Comida rápida: consecuencias negativas y cómo evitarlas

Hoy mi compañero Antonio Brusau nos escribe un interesante post sobre las consecuencias de abusar de la comida rápida y como podemos disfrutar de ella a través de unos sencillos consejos. Todo en exceso es perjudicial para la salud.

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El término “comida rápida” fue acuñado en 1972, por Michael Jacobson, director del Centro para la Ciencia en el Interés Público, organización para la defensa de las personas consumidoras de Estados Unidos. Es un término en boca ya de todos para referirse a un determinado conjunto de alimentos caracterizados por no presentar un aporte nutricional adecuado y contener un gran contenido en grasas, azucares, sal y colesterol.

Cuando alguien habla de hamburguesas, burritos, pizzas, patatas fritas, snacks o similares; en seguida ponemos el grito en el cielo argumentando que son alimentos perjudiciales para la salud, que son alimentos poco nutritivos y que tienen un alto contenido en grasas y colesterol.

No todo a lo que llamamos “comida rápida” lo es. Y es que resulta que existe la posibilidad de comer hamburguesas, pizzas, salchichas, etc; y que sea un alimento nutritivo y de buena calidad. Todo depende de la composición del alimento, de su calidad y del acompañamiento.

El problema es que buscamos comida barata y rápida de preparar y comer, ya que gastamos poco tiempo en alimentarnos debido al alto ritmo de vida que nos impide pararnos a comer tranquilamente; y el resultado es comida de poca calidad pero sabrosa, barata y fácil de encontrar en el mercado.

El abuso de la “comida rápida” tiene diversas consecuencias negativas para el organismo; además de los ya esperados y conocidos problemas de obesidad e incremento de grasa corporal, recientes estudios indican que el abuso de la “comida rápida” podría acarrear más problemas relacionados con la memoria y el aprendizaje, fatiga y debilidad, problemas digestivos, riesgo cardiovascular entre otros incluso más importantes.

Pero también la comida rápida de vez en cuando puede ser saludable si sigues estos fáciles consejos:

  • Si vas a la pizzería: evita las salsas cremosas tipo carbonara y pide que no te añadan sal. La pizza o la pasta con tomate, con poco queso y poca sal y acompañada de ensalada o verdura.
  • Si vas a la hamburguesería: evita la mayonesa, la sal y los menús XXL.
  • Si vas a un chino: evita salsas calóricas, la salsa soja muy rica en sodio, los fritos y los rebozados.
  • Si vas a un japonés: prescinde de fritos como la tempura y de la sal.

Independientemente de donde vayas, sustituye las bebidas azucaradas por versiones light o cero o mejor, elige agua. Acompaña tus pedidos de ensaladas saludables aliñadas con aceite de oliva, vinagre, con muy poca sal o sin ella y sin alimentos calóricos tipo bacon etc

¡Buen provecho!

 

Referencias

Garcia G, Sunil TS. Obesity Surgery 2012; 22:810–818

Gómez-Pinilla, F. Nature Reviews Neuroscience 2008; 9: 568-578.

Bahadoran Z et al. Health Promot Perspect 2015; 5(4): 231–240.

Ritz E. J Nephrol 2009; 19(1):61-2.

Pereira MA et al. Lancet 2005; 365(9453):36-42.

Martin AA. Physiol Behav 2014; 0: 185–193

No a la comida rápida

Siempre está disponible, es barata y consigue saciarnos de manera rápida.

Esta es la gran “trampa” de la comida rápida y algunas de las causas por las que su consumo se ha disparado en nuestro país en los últimos años.

Comida rápida

Sin embargo, son tantos los perjuicios de este tipo de comida, que deberíamos plantearnos su total abandono en favor de nuestra dieta mediterránea.

La comida rápida ha llegado progresivamente a Europa cuando los índices de obesidad de países como Estados Unidos ya probaban sus perjuicios para la salud y pese a ello, hemos sucumbido ante ella abandonando la deliciosa y saludable dieta mediterránea que tantos admiradores tiene por todo el mundo.

La falta de tiempo, junto con sus precios irresistibles, han hecho que además la población infantil consuma más comida basura de la que debería.

Un altísimo contenido calórico, una cantidad muy superior a lo aconsejable de hidratos de carbono y grasa son solo algunos de los motivos que desaconsejan su consumo.

El riesgo cardiovascular que ello conlleva va unido a las molestias digestivas que pueden ocasionar (ya que se ingiere una grna cantidad de grasa en poco tiempo).

Pero además este tipo de comida suele contener un alto nivel de colesterol, sal y aditivos que no benefician a nuestra salud.

Así, que si queréis hacer un favor a vuestra salud, intentad evitar al máximo el consumo de hamburguesas, pizzas, burritos y este tipo de alimentos  tan dañinos y optar por la comida casera, cocinada del modo tradicional si es posible,

Vuestra salud os lo agradecerá.

 

Foto: Free Digital Photos