La infección urinaria y su recurrencia, ¿por qué son tan habituales?

La infección urinaria y su recurrencia están relacionadas, entre otras cosas, con la afectación del tracto urinario (ITU) inferior, que tiene lugar cuando las bacterias llegan a la vejiga o la uretra y empiezan a multiplicarse.

la infección urinaria y su recurrencia o cistitis en las mujeres

Los síntomas más habituales de las ITU no complicadas son popularmente conocidos: molestias al orinar, dolores en el abdomen inferior, la necesidad frecuente de orinar, la sensación de necesitar orinar de nuevo tras haber vaciado la vejiga, orina turbia o con sangre, incluso febrícula.

Si eres mujer, es posible que estés más familiarizada con este tema, ya las ITU son más frecuentes que en varones debido a que el conducto de la uretra es más corto en el caso de las mujeres -4 a 5 cm  frente a los 15-20 cm de los hombres-, facilitando esto la llegada de las bacterias hasta la vejiga. Se estima que una mujer tiene aproximadamente entre el 50-70% de riesgo de presentar una ITU a lo largo de su vida mientras que, al haberla sufrido, existe entre un 20-30% de riesgo de recurrencia, ya sea por una nueva infección o por persistencia de la misma.

Por qué son habituales las recurrencias

Las ITU recurrentes o de repetición (ITU-R) son las que se dan en 2 o más ocasiones durante 6 meses o, al menos, 3 veces a lo largo de 1 año. Esta recurrencia afecta a 27 de cada 100 mujeres en los 6 meses siguientes después de una primera infección.

Es posible sufrir de infección urinaria y su recurrencia posterior, aunque no se presenten alteraciones anatómicas ni funcionales del tracto urinario; hay mujeres que tienen mayor predisposición a la colonización de patógenos que se adhieren con facilidad y distintas causas la hacen más patente: relaciones sexuales frecuentes, el uso de espermicidas o diafragma, antecedentes clínicos (familiares y personales), alteraciones hormonales o de la flora vaginal, una higiene inadecuada, dificultades en el vaciado completo de la vejiga…

cómo saber si tengo infección urinaria y su recurrencia

Medidas para evitar la infección urinaria y su recurrencia

El Centro de Información de la Cistitis, una iniciativa del Centro de Investigación sobre Fitoterapia (INFITO) en colaboración con un grupo de urólogos y ginecólogos, recomienda seguir unas pautas muy sencillas para evitar la infección urinaria y sus recurrencias:

  • Beber suficiente agua: una buena hidratación permite eliminar de forma más rápida las bacterias del tracto urinario.
  • Orinar con frecuencia y combatir el estreñimiento: el crecimiento bacteriano es mayor cuanto más tiempo permanece la orina en la vejiga. Así pues, ir al servicio cada 2 o 3 horas favorecerá la eliminación de estos microorganismos. De igual forma, evitar posponer las defecaciones también impedirá que los gérmenes puedan colonizar el tracto urinario.
  • Mantener una buena higiene: la zona íntima debe secarse de delante hacia atrás para evitar la colonización y la higiene diaria debe llevarse a cabo sin abusar de jabones perfumados (es mejor elegir productos con pH neutro).
  • Reconsiderar el uso de espermicidas, diafragma y/o tampones: el diafragma puede presionar la uretra y dificultar el vaciado de la vejiga mientras que los tampones y el espermicida pueden relacionarse con un favorecimiento de la colonización, además de considerarse barreras que impiden la correcta expulsión de las bacterias.
  • Mantener la higiene también en las relaciones sexuales: la actividad sexual incrementa hasta en 40 veces el riesgo de infección urinaria y sus recurrencias, facilitando que ciertos microorganismos queden alojados cerca de las vías urinarias. Para evitarlo, es importante mantener la higiene y orinar antes y después del acto sexual.
  • Evitar la humedad y hacer mejores elecciones: en el momento de elegir, dentro del día a día, siempre será mejor quedarnos con una ducha frente a un baño, igual que optar por prendas holgadas y de algodón, pues los materiales sintéticos o ajustados favorecen la humedad y la proliferación de microbios. Al realizar ejercicio físico o en época estival, lo más adecuado será evitar aguas infectadas o estancadas y retirar el traje de baño mojado o húmedo a la mayor brevedad.

arándano rojo para la infección urinaria y su recurrencia o la cistitis

  • Utilizar el arándano rojo como aliado en la prevención: el diagnóstico, tratamiento y control siempre deberá hacerlo un profesional sanitario y, aunque  las evidencias encontradas en los estudios actuales son controvertidas, los productos de arándano rojo parecen seguros y pueden impedir que las bacterias se fijen en las paredes del tracto urinario, contribuyendo a evitar la infección urinaria y sus recurrencias.

Los beneficios del arándano rojo -en fruto, zumo o suplemento nutricional disponible en tu farmacia- se conocen desde 1923; hasta 2012, diversos estudios y revisiones realizados apuntaron que el arándano rojo americano reducía la frecuencia de ITU-R (en 2010, la Asociación Europea de Urología recomienda el uso de arándano rojo americano en las recidivas de infecciones urinarias). 

A pesar de la falta de datos farmacológicos y del pequeño número de estudios clínicos no muy sólidos, hay pruebas de que los arándanos (Vaccinium macrocarpon) resultan útiles para reducir la tasa de infecciones urinarias inferiores en las mujeres (41,42) (GCC: 1b, GR: C). En la práctica cotidiana, se recomienda el consumo diario de productos con arándanos, con un aporte mínimo de 36 mg/día de proantocianindina A -el principio activo- (GCC: 1b, GR: C). La mejor estrategia consiste en utilizar aquellos compuestos que han demostrado actividad biológica evidente en la orina.

D-manosa, el remedio contra la infección urinaria

La infección urinaria afecta al 13% de la población y constituye, tras la respiratoria, la infección más frecuente en el ámbito hospitalario. Además, la cistitis es una infección predominantemente femenina, en una proporción de diez a uno respecto al varón.

prevención de la infección urinaria con d-manosa

Es muy característica su recurrencia, es decir, que el 25-30% de las mujeres que han experimentado un episodio de cistitis presentarán tres o más en el plazo de un año.

La D-manosa y la infección urinaria

La D-manosa es un azúcar simple que se produce de forma natural en algunos alimentos como melocotones, maíz, naranjas y otras frutas. Tras su ingesta, la D-manosa es absorbida directamente por la parte superior del tracto gastrointestinal. Este azúcar, que se elimina a través de los riñones, es un coadyudante para el tratamiento de la cistitis.

Prevenir la cistitis con D-manosa

La cistitis es una de las infecciones urinarias más comunes, sobre todo en las mujeres, ya que aproximadamente cuatro de cada diez padecen algún episodio de cistitis a lo largo de su vida. La bacteria E. coli, que pertenece a la flora natural del intestino, es la responsable de alrededor del 80% de los casos de cistitis. Este tipo de bacterias se pegan a las paredes de la vejiga a través de fimbrias (“pelos” cortos) y adhesinas (unas sustancias producidas por las fimbrias). En concreto, las lectinas, que son un tipo de adhesinas, se unen a las células del huésped, desencadenando así la infección urinaria (con síntomas tan característicos como: dolor al orinar, ganas de orinar frecuentemente, sangre en la orina, etc.).

síntomas de infección urinaria

La D-manosa puede ser un aliado para prevenir las cistitis recurrentes, debido a su afinidad con esas lectinas de las bacterias responsables de la infección urinaria. El proceso es sencillo: la D-manosa se acopla a las lectinas, impidiendo su adhesión a las mucosas urinarias. La capacidad adhesiva del azúcar es tan alta que a las lectinas les resulta imposible pegarse a las paredes de la vejiga y permanecen vagando en la orina, hasta que se eliminan mediante la micción.

Otras posibles funciones de la D-manosa

La D-manosa no solo se encuentra en ciertos alimentos; también es un importante componente de nuestra mucosa vesical, un tejido que cubre la vesícula y que funciona como barrera protectora frente a sustancias perjudiciales. La D-manosa ayuda a la reconstrucción de esta capa cuando se ha visto afectada por sustancias ácidas, sustancias irritantes o bacterias, por ejemplo.

Por último, la D-manosa también impide la formación de biofilm. El biofilm es una estructura integrada por bacterias que se adhieren a las paredes de la vejiga y son capaces de permanecer ahí, constituyendo un reservorio, hasta que estímulos desencadenantes causan la re-infección. La D-manosa podría impedir que las bacterias tuvieran esa capacidad adhesiva y, por tanto, la formación de dichos depósitos.

Contra la cistitis, 36 mg de arándanos

En otras ocasiones hemos comentado que en esta época era habitual las infecciones de orina y qué se puede hacer  para reducir el riesgo de aparición. Entre esos consejos comentábamos que 36 mg de proantocianidinas de arándano rojo eran las más adecuadas según algunas organizaciones de Fitoterapia de prestigio como INFITO. Los arándanos rojos contienen proantocianidinas tipo A2, una sustancia que previene la colonización de las bacterias E. Coli en la vejiga.

cranberry arandano rojo cistitis

Pues bien, esta dosis una vez más es avalada por un reciente estudio publicado en la revista de la Academia Americana de Ginecología y Obstetricia. La investigación señala que la dosis más eficaz de cranberry o arándano rojo para la prevención de cistitis recurrente sería la de 36 mg/día de proantocianidinas (PACs).

Los resultados del estudio son importantes porque existe una gran variedad de productos en el mercado con diferentes dosis de PACs de arándano siendo a veces habitual la confusión de qué dosis es la más adecuada.

Según los autores del estudio, tras comparar siete presentaciones comerciales de cranberry observaron que sólo aquellas que aportaban 36 mg al día de proantocianidinas resultaron efectivas en la reducción significativa de las infecciones recurrentes del tracto urinario.

arandano rojo cranberry cistitis

Si padeces de este problema consulta a tu farmacéutico sobre el complemento alimenticio que contenga la dosis adecuada para esta situación y por supuesto sigue los consejos que en otras ocasiones os hemos facilitado en este blog.

 

Consejos para prevenir la cistitis

La cistitis o inflamación de la vejiga es una infección debida fundamentalmente a una bacteria, la famosa E. Coli. Es más habitual en la mujer que en el hombre (10 casos a 1) y se la considera la segunda infección más frecuente tras la respiratoria.

Los casos más leves de cistitis pueden curarse de forma espontánea, aunque a menudo es necesario un tratamiento antibiótico para evitar que la infección se extienda, por eso es importante que ante la presencia de alguno/s de estos síntomas como necesidad frecuente de ir al baño, dolor o escozor al orinar, micciones escasas y frecuentes y orinas turbias o malolientes acompañadas de sangre se acuda al médico. Además, esta infección se caracteriza por su alto índice de recurrencia o de repetición.

Desde el Centro de Información de la Cistitis, una iniciativa del Centro de Investigación sobre Fitoterapia (INFITO), se recomienda seguir unas sencillas pautas para evitar las infecciones urinarias, entre las que tescada, por otro lado, el consumo del arándano rojo americano, como ya vimos en entradas anteriores. prevenir la cistitis

Diez consejos para prevenir la cistitis:

1.     Ingerir un mínimo de 1,5 litros de líquido al día.

El líquido ayuda a eliminar de forma más rápida las bacterias del aparato urinario.

2.     Procurar orinar con frecuencia.

El crecimiento bacteriano es mayor cuanto más tiempo permanece la orina en la vejiga. Puesto que la manera de eliminar estos microrganismos es expulsándolos con la orina, es recomendable ir al servicio cada dos o tres horas, aunque no se tengan ganas.

3.     Combatir el estreñimiento.

Tampoco se deben posponer las defecaciones, con el fin de evitar que los gérmenes puedan colonizar los tejidos cercanos al tracto urinario.

4.     Usar jabones neutros en la limpieza de la zona íntima.

Debe cuidarse la higiene y no se debe abusar de los jabones perfumados, menos específicos para esa zona tan sensible.

5.     Ir al servicio antes y después de mantener relaciones sexuales.

La actividad sexual incrementa hasta cuarenta veces el riesgo de infección y posibilita que ciertos microrganismos queden alojados en la uretra. Por ello, es importante orinar tras el acto sexual.

6.     Escoger la ducha frente al baño.

A la hora de la higiene diaria, la mejor opción es ducharse en lugar de darse un baño o usar el bidé, ya que el agua corriente evita la acumulación de bacterias que sí puede darse en una bañera.

7.    No permanecer con el bañador húmedo.

En época de piscinas, la humedad del traje de baño o el cambio de temperatura que se da entre el agua y el exterior producen con frecuencia enfriamientos bruscos en el vientre y la zona vaginal.

8.    Utilizar ropa interior de algodón y evitar prendas ajustadas.

Las prendas demasiado estrechas o fabricadas con material sintético favorecen la transpiración y, por tanto, la proliferación de microbios.

9.     Reconsiderar el uso del diafragma y los tampones.

El diafragma puede presionar la uretra y dificultar el vaciado de la vejiga, con lo que su uso está asociado a una mayor frecuencia de infección. Así mismo, los tampones no son aconsejables si las infecciones urinarias aparecen en el periodo premenstrual, ya que pueden favorecer la humedad, impedir la correcta expulsión de las bacterias y favorecer su colonización.

10.    Consumir 36 mg de proantocianidinas de arándano rojo al día.

El arándano rojo contiene proantocianidinas tipo A2, una sustancia que previene la colonización de las bacterias E. Coli en la vejiga. Podemos ingerir el fruto directamente o bien en forma de zumo o de complementos alimenticios presentes en la farmacia. Las proantocianidinas contenidas en el fruto impiden que las bacterias sefijen en las paredes del tracto urinario.

El papel del arándano rojo americano en la prevención de la cistitis

Las infecciones urinarias afectan al 13% de la población y constituyen, tras la respiratoria, la infección más frecuente en el ámbito hospitalario. Además, la cistitis es una infección predominantemente femenina, en una proporción de diez a uno respecto al varón.

Es muy característica su recurrencia, es decir, que el 25-30% de las mujeres que han experimentado un episodio de cistitis presentarán tres o más en el plazo de un año[1]. La infección se produce en la mayoría de los casos por la unión de la bacteria E. Coli a las paredes de la vejiga produciendo una serie de toxinas que producen los característicos síntomas como dolor al orinar, gans de orinar frecuentemente, sangre en la orina, etc.

Cispreven se presenta como una opción para estos casos de infecciones urinarias por repetición. El extracto del fruto del arándano  contiene una elevada proporción de proantocianidinas tipo A2 (dímeros) inusual en otras especies vegetales, y son precisamente ese tipo de moléculas las que se postulan como responsables de la acción. Las proantocianidinas se unen a las fimbrias de las bacterias impidiendo que estas se fijen a la parede de la vejiga. Existen en la naturaleza otras fuentes de proantocianidinas, como por ejemplo el chocolate, la uva, la manzana o el té verde. Contienen sin embargo  únicamente proantocianidinas de tipo B, que carecen de actividad inhibidora de la adhesión de E.coli.

cispreven producto N+SPor este motivo, es importante asegurar que un producto que contiene las proantocianidinas que realizan la acción. El método de cuantificación DMAC (4-dimetilaminocinamaldehido) es el más específico, ya que reduce al máximo las interferencias de otros compuestos como las antocianinas y determina selectivamente las proantocianidinas A2 del arándano rojo americano. Se trata de un método simple, robusto y  validado[2] para la determinación de dímeros en el arándano rojo americano. Otros métodos sobreestiman hasta 10 veces la cuantificación de proantocianidinas.

Respecto a su efecto, se conocen los beneficios del arándano rojo desde 1923. Diversas revisiones y estudios realizados han concluido en que el arándano rojo americano reduce la frecuencia de infecciones de orina por repetición[3]. Gracias a la robusta evidencia, la Asociación Europea de Urología recomienda en su último consenso, 36 mg de arándano rojo americano o en las recidivas de infecciones urinarias[4].

Respecto a la dosis necesaria, en la siguiente dirección podréis comprobar como se explica que la AFSSA (Agencia de Seguridad Alimentaria Francesa) emitió una alegación de salud declarando que el consumo diario de 36mg de PAC de arándano es útil en la prevención de infecciones de orina. La cantidad de 36 mg validados en la alegación se relaciona con el método de cuantificación utilizado DMAC confirmado por AFSSA  y es la cantidad que contiene nuestro Cispreven.

Para evitar nuevas recidivas, se recomienda tomar una cápsula diaria un mes una vez al trimestre, es decir, 4 pautas de 30 días de duración cada una al año1.


[1] Beltrán DA et al. Infecciones urinarias y arándano rojo americano. Dosis y pautas recomendadas. Jano 2008; 5-9.

[2] Prior R. L. Multi-laboratory validation of a estándar method for quantifying proanthocyanindins in cranberry poder.J Sci Food Agric 2010

[3] Jepson R, Craig JC. A systematic review of the evidence for cranberries and blueberries in UTI prevention