6 cosas que debes saber sobre el consumo de carne roja y procesada

6 que hay que saber respecto al consumo de carne roja y procesada

Siempre me ha sorprendido la capacidad que tienen muchos internautas de hacer “memes” con los temas de actualidad. Estoy francamente seguro de que te habrán llegado unas 5 chiste-imágenes con el tema de la semana, el comunicado sobre la evaluación del consumo de la carne roja y de la carne procesada de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

A raíz de la reciente polémica me gustaría apuntar en breves líneas una serie de ideas que son básicas para no alarmarse, pero sí para tomar esta advertencia como algo que nos invite a reflexionar sobre nuestro modo de comer y nuestros hábitos.

  • Conviene distinguir entre carne roja, todos los tipos de carne muscular de mamíferos, tales como la carne de res, ternera, cerdo, cordero, caballo o cabra; y carne procesada, se refiere a la carne que se ha transformado a través de la salazón, el curado, la fermentación, el ahumado u otros procesos para mejorar su sabor o su conservación. Ejemplo de estos preparados son los frankfurters (perros calientes/hot dogs/salchichas), el jamón, las salchichas, carne en conserva (corned beef), cecina o carne seca, así como carne en lata, y las preparaciones y salsas a base de carne. Estos alimentos procesados son los menos recomendables entre los dos tipos de carne, y  de los que siempre se ha advertido reducir su ingesta.

  • El informe de la OMS no dice nada nuevo que no se supiera ya. Las recomendaciones nutricionales de los diferentes organismos sanitarios hablan desde hace tiempo de que el consumo ideal de carne debe realizarse unas 2-3 veces a la semana.

  • El consumo de carne tiene beneficios nutricionales como ha señalado la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), por su contenido en proteínas de alto valor biológico, hierro, zinc y vitaminas del complejo B.

  • Coherencia y precaución, como es lógico, basar nuestra alimentación en uno o unos pocos alimentos es perjudicial para nuestra salud. Se desequilibra nuestra dieta y nos arriesgamos a tener problemas de desnutrición por ese desbalance nutricional. Para compensar este defecto, una vez más, sigue los preceptos de la dieta mediterránea.

  • Como es lógico, la generación de una enfermedad no sólo depende de un factor aislado, hay que tener en cuenta otros aspectos como la herencia genética y el resto de aspectos de nuestro estilo de vida tales como el sedentarismo, malos hábitos de sueño y descanso, y  el consumo de tabaco y  alcohol, entre otros.

  • La Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN) aconseja prudencia hasta conocer el informe de evaluación de riesgos de la Autoridad Europea, y seguir las actuales recomendaciones de salud pública que indican un consumo moderado u ocasional (no más de dos veces por semana).

En mi modesta opinión, esta noticia nos debe hacer reflexionar sobre nuestro estilo de vida y preguntarnos si el contenido de nuestro carro de la compra se asemeja o no a lo recomendado por la dieta mediterránea. Piénsalo.

Fuentes:

Comunicado de prensa OMS

Nota de la SEEN (Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición) ante la noticia de la OMS

Preguntas y respuestas

 

Hábitos saludables para prevenir el cáncer

La relación entre los hábitos de vida saludables y la incidencia de cáncer ha sido investigada en muchos estudios. Uno de los más famosos es el Estudio EPIC, realizado en más de medio millón de europeos, y en el que se concluía que entre el 29,3 y el 40,6% de la incidencia de cáncer podría ser prevenible con medidas relacionadas con la dieta, el control del peso y la actividad física.

Hace unas semanas, la OMS publicó la cuarta edición del Código Europeo contra el Cáncer. Este código establece 12 formas de adoptar estilos de vida más saludables y así mejorar su prevención del cáncer en Europa.

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El cáncer es una de las enfermedades con más incidencia mundial, con más de 2,5 millones de casos nuevos y más de un millón de muertes. El envejecimiento de la población, el aumento de la misma y los malos hábitos de vida están detrás de estas cifras, que pueden seguir en aumento si no mejoramos nuestro comportamiento saludable.

Aquí tienes las 12 formas de  llevar un estilo de vida más saludable:

  • No fumes. No consumas ningún tipo de tabaco.
  • Haz que tu hogar esté libre de humo. Apoya las políticas libres de humo en su lugar de trabajo.
  • Toma medidas para tener un peso corporal saludable.
  • Realiza alguna actividad física en la vida cotidiana. Limita el tiempo que pasa sentado.
  • Mantén una dieta saludable:
  • Come muchos cereales integrales, legumbres, verduras y frutas.
  • Limita los alimentos altos en calorías (ricos en azúcar o grasa) y las bebidas azucaradas.
  • Evita la carne procesada: limite la carne roja y los alimentos con alto contenido de sal.
  • Si bebes alcohol de cualquier tipo, modera su consumo. No consumirlo es mejor para la prevención del cáncer.
  • Evita el exceso de sol, especialmente en niños. Usa protección solar y no tomes rayos UVA.
  • En el lugar de trabajo, protégete frente a sustancias que causen cáncer siguiendo las instrucciones de salud y seguridad.
  • Averigua si está expuesto a la radiación de niveles naturalmente altos de radón en su hogar. Tome medidas para reducirlo si estos fueran altos.

Para las mujeres:

  • La lactancia materna reduce el riesgo de cáncer de la madre. Si puedes, amamanta a tu bebé.
  • La terapia de sustitución hormonal (TRH) aumenta el riesgo de ciertos tipos de cáncer. Limita su uso.
  • Asegúrate de que tus hijos participan en los programas de vacunación para: hepatitis B (recién nacidos); virus del papiloma humano o VPH (para las niñas),
  • Forma parte en los programas de cribado del cáncer organizados para: cáncer de intestino (hombres y mujeres); cáncer de mama (mujeres); cáncer de cuello de útero (mujeres).

Alimentación en tratamientos oncológicos (y II)

Hace unos días la farmacéutica Aitziber Saiz* nos indicaba unas primeras nociones sobre cómo puede influir la alimentación en pacientes que están recibiendo un tratamiento contra el cáncer. Hoy continuamos con la segunda parte de su post.

“Estos pueden ser unos útiles consejos a la hora de preparar un menú para una persona en tratamiento oncológico:

  • Evitar las dietas monótonas: intentar variar lo máximo posible dentro de sus preferencias.
  • Los horarios de los tratamientos pueden interferir en las horas de las comidas, por lo que se deben de tener en cuenta. Por lo general, se conocen de antemano.
  • Tener presente que existen ciertos medicamentos que afectan al apetito.
  • Elegir ambientes relajados y agradables para tomar la comida: sin ruidos y distracciones como la televisión.
  • Evitar comer solo: en la medida de lo posible, hacerlo en compañía de alguien.
  • Las tecnologías culinarias empleadas deben aportar poca grasa a la dieta para facilitar la digestión y evitar la saciedad: plancha, hervidos, vapor, horno, microondas, papillote…
  • Repartir las comidas en varias tomas y sin que sean muy voluminosas: pueden realizarse hasta 6-10 tomas al día.
  • Comer más en la toma que se tenga más apetito: por lo general, suele ser en el desayuno.

alimentación y cáncer

Como recomendación general, tanto los pacientes como los familiares o las personas cercanas deben saber que una correcta alimentación minimiza las complicaciones digestivas, consigue mantener un buen nivel de defensas, permite cumplir el tratamiento en el periodo establecido y, como consecuencia, mejora la calidad de vida del enfermo.

Además, es importante practicar ejercicio suave cada día, siempre en la medida de lo posible, y eso sí, evitando esfuerzos los días que se está muy bajo de energía, el día del tratamiento o días posteriores.

Por último, recordemos que cada paciente tiene unas reacciones adversas distintas ante el tratamiento oncológico: vómitos, diarreas, estreñimiento, xerostomía… Por esta razón, es fundamental personalizar la dieta en cada caso, consultando al profesional”.

*Aitziber Saiz Golzarri es farmaceútica y graduada en Nutrición humana y Dietética por la Universidad de Navarra. Adjunta en la Farmacia Golzarri, en Vizcaya, es colaboradora de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC)Miembro del grupo de trabajo de nutrición del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Vizcaya (COFBI), imparte talleres y conferencias de educación nutricional a escolares, enfermos oncológicos, tercera edad…

 Puedes seguirle en Twitter en: @farGolzarri

 

Alimentación en tratamientos oncológicos (I)

Como sabemos, la alimentación y la salud están íntimamente relacionadas, y también en momentos de enfermedad nos influye lo que comemos. En esta nueva entrada de Firma Invitada, la farmacéutica Aitziber Saiz* nos detalla qué consejos alimenticios puede seguir una persona que padece cáncer y qué alimentos resultan más recomendables para un paciente que está recibiendo un tratamiento oncológico.

“La prevalencia de malnutrición en pacientes oncológicos es superior a la de cualquier otro grupo de pacientes. Así, la forma más común del déficit nutricional en este colectivo es la malnutrición proteico-calórica y las deficiencias en vitaminas y minerales. Como consecuencia de la  malnutrición, hay una alteración en el sistema inmune,  o se producen intolerancias a terapias neoplásicas… Por todos estos motivos, es necesario prevenir y tratar la desnutrición durante un tratamiento oncológico.

alimentación y cáncerLa enfermedad y la terapia pueden modificar el sentido del gusto del paciente y, por lo general, se perciben de forma alterada la temperatura de los alimentos, el olor y el sabor. Se observa una disminución de sensibilidad para el sabor dulce y un aumento del salado y amargo. Por eso, el enfermo oncológico debe hacer una dieta variada y equilibrada, atendiendo a sus gustos y preferencias, y siempre en cantidades suficientes, de forma que se cubran todos sus requerimientos.

Es importante consumir alimentos de todos los grupos –frutas, verduras y pescados, todos ellos preferiblemente de temporada y variando según época del año-; se escogerán proteínas de fácil digestión, como el pescado blanco (merluza, lenguado, gallo…), carnes blancas (pollo, pavo, conejo…), clara de huevo cocida, o queso fundido desnatado-; se usarán concentrados de proteínas en polvo en aquellos casos en que la dieta no cubra las necesidades; el consumo de lácteos se realizará según la tolerancia de cada paciente en cada momento del tratamiento; los hidratos de carbono como el pan, galletas, pasta o arroz son de fácil digestión y aportarán energía necesaria; y para cocinar y aliñar los alimentos, se debe emplear aceite de oliva.

Así mismo, no debemos olvidar la hidratación: además del agua se deben recuperar las sales minerales pérdidas, por lo que es recomendable el consumo de sueros de rehidratación oral. Además, se pueden beber licuados, bebidas vegetales como zumos, cremas de verduras, yogur batido e infusiones”.

Próximamente, continuaremos en una  nueva entrada con más recomendaciones en torno a este tema.

*Aitziber Saiz Golzarri es farmaceútica y graduada en Nutrición humana y Dietética por la Universidad de Navarra. Adjunta en la Farmacia Golzarri, en Vizcaya, es colaboradora de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC)Miembro del grupo de trabajo de nutrición del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Vizcaya (COFBI), imparte talleres y conferencias de educación nutricional a escolares, enfermos oncológicos, tercera edad…

 Puedes seguirle en Twitter en: @farGolzarri 

La alimentación, tu aliada para dejar de fumar

Fumar o no fumar. ¿Cuántos debates se han generado en torno a este hábito insano? Razones para ello hay, y más en un día tan señalado como hoy, el Día Sin Tabaco, que se celebra en todo el mundo.

El cigarrillo puede llegar a contener 4700 productos químicos, 200 venenosos y 43 cancerígenos. Esta composición, objetivamente insana, está detrás del 30% de las muertes por cáncer, fundamentalmente de pulmón. También es causante del deterioro de la fertilidad tanto masculina como femenina, de la bronquitis y otras enfermedades respiratorias. Además, aumenta el riesgo de infarto y envejece la piel. Como ves, todo son desventajas, y muy graves. No hay ningún beneficio asociado al hecho de fumar.

dejar de fumar

Y no sólo el que fuma, sino que los pasivos también se exponen a sus efectos nocivos. La Asociación Española Contra el Cáncer cifra en 700.000 los menores expuestos al tabaco en su casa.

Si estás pensando en dejar de fumar, ¡enhorabuena!, la alimentación te puede ayudar a conseguirlo; incluso hay estudios que indican que ciertos alimentos empeoran el sabor del cigarrillo, como las frutas, las hortalizas y los lácteos. También puedes recordar los buenos hábitos que Susana detalló en su sección Vida Sana.

  • Come cinco veces al día y así tendrás menos ansiedad y menos ganas de fumarte un pitillo; para lograrlo, come alimentos con fibra, como las frutas y los cereales ya que su efecto saciante te ayudará.
  • Bebe agua, unos 8 o 10 vasos diarios, será la forma natural de eliminar la nicotina de tu cuerpo.
  • Si te gusta cocinar, ¡ojo! con las comidas picantes, son muy amigas del tabaco, evítalas un tiempo.
  • Evita el café y el alcohol, porque seguro que te recordarán al tabaco.
  • Haz ejercicio físico al aire libre, camina, pasea, oxigénate, coge aire…

Con todos estos consejos me dirás que aumentarás de peso por dejar de fumar. Sí, es cierto, pero sucede porque apreciarás mejor el olor y sabor de los alimentos. Engordar 3 ó 4 kilos es lo normal tras dejar de fumar, pero estos kilos los podrás perder más adelante.

Finalmente, el Ministerio de Sanidad tiene una página muy interesante con información para dejar de fumar, campañas de sensibilización y otros apuntes que seguro captan tu interés.

También la OMS lucha contra el tabaco, por ejemplo con un vídeo con motivo de este Día Sin Tabaco.

Buenos hábitos para dejar de fumar

El tabaco es malo para la salud. De eso no hay duda.

Sin embargo provoca una adicción que no siempre es fácil de abandonar.

Además de la fuerza de voluntad, hay una serie de hábitos que pueden ayudarte a que el abandono del tabaco sea un poco más fácil.

Y es que determinados alimentos o bebidas pueden hacer que el tabaco nos resulte más apetecible y por ello, conviene no abusar de ellos cuando se está dejando de fumar.

Una de las bebidas a evitar es el café, cuyo consumo suele asociarse al hábito de fumar, al igual que  las bebidas alcohólicas o con cafeína, que también hacen que nos resulte más atractivo el sabor del tabaco.

Alimentos para dejar de fumar

Por el contrario, los lácteos provocan que el sabor del tabaco resulte más desagradable y además, nos aportan vitamina E que favorece la eliminación de la nicotina de nuestro organismo.

Algunas frutas y verduras como el kiwi o la zanahoria surten el mismo efecto y su consumo nos hace un poco más fácil abandonar el habito de fumar.

Beber agua o zumos de frutas pueden también ayudarnos a eliminar toxinas y su consumo es más que recomendable en esta etapa.

Pero además de la alimentación, otros hábitos pueden mejorar nuestro estado de salud y de ánimo y ayudarnos así a que el camino sea más fácil: caminar, dormir las horas suficientes, mantenerse en calma y relajado, ayudan sn duda a que el abandono del tabaco sea un éxito.

 

Foto: Free Digital Photos