Todos tenemos claro que el café es una bebida social que nos acompaña en cualquier acto de nuestra vida. Tanto es así, que cuando paramos a descansar en el trabajo, solemos decir: “¿Tomamos un café?”.
Su origen se encuentra en Yemen, situado en la península arábiga. El puerto desde donde se exportaba se llamaba Moka, en la actual Etiopía. El nombre procede del turco ‘Kahve’ que significa ‘vigorizante’ y fue precisamente en Turquía por donde llegó a Europa ya en el siglo XVI.
La primera cafetería de lujo se fundó en París en 1686, todavía sigue abierta hoy y se llama Le Procope (abierto por Francesco Procopio, siciliano de origen y mozo del famoso matemático Pascal). Si vas a París puedes visitarla en el número 13 de la calle L´Ancienne Comedie cerca de la iglesia de Sant-Germain-des-Pres. Entre sus paredes, Robespierre y Benjamin Franklin degustaron sus deliciosos cafés.
¿Sabías que el café está compuesto por más de 1000 sustancias químicas diferentes? Ahí es nada. Entre ellas, vitaminas y minerales como el potasio y el magnesio, azúcares, polisacáridos, antioxidantes como la cafeína y el ácido clorogénico. Como generalmente se acompaña de leche, nos aporta proteínas de alto valor biológico, y nutrientes como el calcio y la vitamina D. Y por si fuera poco, una infusión de café contiene 98,9 g de agua por cada 100 g, contribuyendo a mantener una buena hidratación de nuestro cuerpo.
Seguro que estás deseando leer cuántos cafés son saludables cada día, ¿verdad? Pues ahí va: se ha visto que 2-3 tazas de café, tonifican el organismo, alivian la fatiga, retrasan el cansancio y favorecen las funciones intelectuales.
Además, se han estudiado sus beneficios, que relacionan el consumo de café con una reducción de enfermedades como el Parkinson* o el Alzheimer*.
Por otro lado, el efecto del café en personas con problemas de corazón es a día de hoy controvertido. Aunque los últimos estudios parecen indicar que un consumo moderado de café es más que beneficioso, sí te aconsejo que si padeces de algún problema de corazón lo consultes antes con tu médico.
Falsos mitos
Existe un falso mito es la relación entre el café y la ganancia de peso. Según otro estudio*, existe una relación entre la pérdida de peso, la diabetes y el consumo de café. Otra investigación de relevancia fue la del Estudio Pizarra realizado sobre 1226 adultos de la ciudad de Málaga y donde se observó que las personas que bebían café por lo menos una vez al día tenían un riesgo más bajo de diabetes que las personas que bebían café de forma ocasional
Si eres deportista u optas a alguna plaza para ser policía o bombero tienes que saber que desde 2004 la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) ha excluido la cafeína de su lista de substancias prohibidas.
Y finalmente, te dejo un estudio curioso que dice que una sola taza de café en comparación con la ingesta de un café descafeinado o una siesta de 30 minutos, produjo menor somnolencia, estado de fatiga y, lo que es más importante, un menor número de errores en la conducción.
Y cuidado con la hora de ingesta de café ya que a algunas personas les afecta para conciliar el sueño por lo que si es tu caso no debes tomarlo a media tarde o por la noche.
Para acabar, os dejo con una famosa cita de Tayllerand, un político francés de la época de la Revolución Francesa: “El café debe ser caliente como el infierno, negro como el diablo, puro como el ángel y dulce como el amor”.
¿Nos tomamos un café?
Fuentes.
*(Hernán MA, Takkouche B, Caamaño-Isorna F, Gestal-Otero JJ. A meta-analysis of coffee drinking,cigarette smoking, and the risk of Parkinson’s disease. Ann Neurol 2002; 52:276-84.)
*(Eskelinen MH, Ngandu T, Tuomilehto J, Soininen H, Kivipelto. Midlife Coffee and Tea Drinking and the Risk of Late-Life Dementia: A Population-Based CAIDE Study. J Alzheimer Dis 16 2009; 85-91.)
*(Huxley R Lee CM Barzi F et al. Coffee, decaffeinated coffee, and tea consumption in relation to incident type 2 diabetes mellitus: A systematic review with meta-analysis. Arch Intern Med 2009;14;169:2053-63.).
*( Soriguer F, Rojo-Martínez G, Esteva I. Coffee consumption and type 2 diabetes mellitus. Ann Intern Med. 2004; 141:321-3.)