Año nuevo, retos alimenticios nuevos

Termina el año y con él llega el balance de lo que no hemos conseguido, de lo que hemos logrado, de lo que deseamos… Sin embargo, tras el balance, pocas veces nos paramos a observar la realidad, reencuadrar lo bueno y lo no tan bueno, definir qué es lo que queremos y cómo vamos a conseguirlo. Nos ponemos a dieta, nos apuntamos al gimnasio y si aguantamos el nuevo plan durante todo el mes de enero el logro ya habrá sido mayúsculo. ¿Te suena la historia?

Normal, a nosotros también nos ha pasado alguna que otra vez, no te vamos a engañar… Por ello, queremos proponerte algunos retos alimenticios que marcarán la diferencia en tu día a día. ¿Te atreves?

come mejor con estos retos alimenticios que te proponemos

Grandes cambios en pequeños retos alimenticios

El planteamiento que te presentamos para iniciar el año nuevo es distinto al habitual pues tenemos claro que sabes muy bien eso de que tienes que comer mejor y hacer más ejercicio. Sin embargo, los retos que te ofrecemos te ayudarán a asumir tu objetivo de comer mejor de forma muy sencilla y alcanzable. ¡Los pequeños cambios suelen producir grandes e inesperados resultados!

Planifica los menús y haz la lista de la compra

Planificar lo que vas a comer a lo largo de la semana puede resultar una práctica verdaderamente liberadora para ti… Piénsalo bien, no solo te quitas de la cabeza la presión de preocuparte por la comida, de salir corriendo a comprar cualquier cosa o de no cumplir con los objetivos que te habías marcado. ¡Eso se acabó!

Organízate en base a tus gustos, necesidades y horarios. A partir de ahí, solo tendrás que hacer la lista de la compra e ir al mercado o el supermercado con el estómago lleno para asegurarte de comprar únicamente lo previsto. ¿Has visto? También sale ganando tu economía…

leer las etiquetas es otro reto alimenticio pendiente

Empieza a leer las etiquetas

¿Sabes por qué decimos “empezar a leer”? Precisamente porque a día de hoy aún hay mucha gente que no lee las etiquetas, que tan solo compra porque así lo ha hecho siempre, porque le gusta, le llama la atención o porque por delante promete ser integral, 0%, puro, fit o con más proteínas.

¿Y sabes qué? Lo cierto es que no es necesario que conozcas todos los aditivos ni su clasificación (colorantes, conservantes, estabilizantes, emulgentes, acidulantes, potenciadores del sabor, etc.) pues muchos son necesarios y otros totalmente inocuos. Sin embargo, detrás de tantos “E-XXX” o de tan extensa lista, puedes encontrar sorpresas.

Cuando un producto lleva salvado añadido, pero no hace mención alguna a contener harina integral en un mínimo del 60-70% o en su totalidad, no estás comprando un alimento integral (en todo caso es rico en fibra). Cuando tu chocolate lleva la etiqueta de “negro” o “puro” pero el primer ingrediente de la lista es el azúcar, ese chocolate tampoco es tan puro como prometen (procura que sea, al menos, 70% cacao).

¿Y qué pasa con la sal, el azúcar y las grasas de dudosa procedencia enmascarados bajo nombres irreconocibles? Que no cunda el pánico, presta atención a los valores nutricionales. La OMS no recomienda una ingesta superior a los 5 gramos de sal al día, ¿comprarías una bolsa pequeña de patatas fritas que tuviera 3,5 gramos de la misma? Para el azúcar la recomendación es de no más de 25 gramos diarios: ¿seguirías eligiendo el yogur con 13 gramos de azúcar o el vaso de zumo con 23? La cantidad diaria de grasa no debería superar el 30% de la ingesta calórica diaria, teniendo en cuenta la calidad y origen de las misma.

Reduce la cantidad de endulzantes

Nos gustan las cosas dulces, estamos acostumbrados a ellas y conocemos el riesgo que entrañan, pero no sabemos cómo abandonarlas o cómo endulzar de forma saludable. Por ello, lo primero que debemos hacer es restringir los alimentos superfluos que están cargados de azúcar, con independencia de su nombre: azúcar integral de caña o moreno, sirope de ágave, miel, melaza, sirope de arce, jarabe de arroz, dextrosa, jarabe de maíz, sacarosa, maltodextrina, caramelo, fructosa, jarabe de cebada…

El segundo paso, tras eliminar dichos productos, pasa por empezar a reducir la cantidad de endulzante que utilizamos en nuestras preparaciones o alimentos. Esto supone reducir el umbral de dulzor al que nos hemos acostumbrado de modo que también aplica a los edulcorantes acalóricos que no solo nos anclan a hábitos poco saludables sino que además, al parecer -y aunque se precisan más investigaciones-,  tienen efectos sobre nuestra microbiota intestinal.

Aunque la mejor opción siempre será no endulzar u optar por especias (canela, vainilla), fruta madura (plátano, dátil, manzana) e incluso vegetales (puré de zanahoria, calabaza, boniato), no es recomendable dejar de endulzar de hoy para ayer. El abandono drástico puede dificultar tu adhesión al nuevo hábito de modo que reducir media cucharadita cada semana o cada quince días ya será un avance importante.

comer cereales integrales es un reto alimenticio

Toma las versiones integrales

Arroz, pasta, cereales, harinas, pan… Aunque creas que no consumes gran cantidad de harinas refinadas, puede que observar tu despensa o tu alimentación diaria te sorprenda.

Es por eso que nos gustaría que uno de los retos nutricionales que marques para tu año nuevo guarde relación con elegir, en adelante, el grano entero. Este no solo es más nutritivo (tiene mayor cantidad de micronutrientes y es fuente de carbohidratos complejos) sino que además te ayudará a mejorar la salud gastrointestinal y a prevenir ciertas enfermedades a la vez que disfrutas de mayor sensación de saciedad.

Experimenta más en la cocina

¡Disfruta comiendo y cocinando! Cuando somos capaces de comer mejor y disfrutar mientras lo hacemos, además de beneficiar a nuestro organismo también beneficiamos a nuestra psique: nos sentimos satisfechos, orgullosos, seguros… En definitiva, capaces de seguir adelante.

Basar tu alimentación en vegetales y frutas, cereales integrales, frutos secos y grasas cardiosaludables no significa sufrir. Por ejemplo: te encanta la salsa barbacoa, pero es tan calórica y rica en azúcares/sal que has decidido divorciarte, sueñas con ella, pero no quieres volver a probarla. ¿Sabías que aún puedes seguir disfrutando con su aroma? Ve a la sección de especias del supermercado, hazte con un botecito de sazonador para barbacoa (elígelo sin sal añadida o si la tiene, evita añadir más sal al alimento) y cuando quieras recordar a tu viejo amor, úsalo en la sartén (añadiendo directamente a salteados o mezclando con una cucharada de aceite de oliva virgen extra para adobar una pechuga de pollo que marcarás a la plancha).

¿Aceptas nuestros retos alimenticios?

Cumpliendo buenos propósitos en Nochevieja

 

nochevieja

La última noche del año suele ser momento de reflexión,

celebración por todo lo vivido y despedida de lo que se va.

Que mejor día para seguir cumpliendo tus buenos propósitos  ofreciendo una cena rica y saludable a tus comensales, a ti misma.

 

Por eso aquí os dejo unos menús para despedir el año que dejamos y para darle una buena entrada al nuevo año.

  

Cena de Nochevieja

Vasito de salmorejo

 Coctel de marisco o Revuelto de ajos frescos y gambas

Corvina al horno con ajos sofritos o Solomillo de ternera a la plancha acompañado de setas

Sorbete de cava

 Uvas

Comida Año Nuevo

Vasito de vichyssoise

 Ensalada de rape o Pulpo marcado a la plancha con puré de patata

 Rollitos de salmón y gulas o Redondo de ternera al horno

 Macedonia casera de frutas

 

Seguro que disfrutáis de estos menús preparados por la nutricionista de Cinfa Amaia Ibañez.

Recordad, brindemos por el año nuevo, pero con moderación y no olvidéis incluir una dieta saludable como propósito de año nuevo.

Recomendaciones nutricionales postnavideñas

¡Feliz año 2015 a todos y todas!

Ya estamos en el 15; aún recuerdo cuando era más joven, lo lejos que me parecía que estaba el año 2000 y, de repente ya llevamos 15 años de este siglo…

Como es menester te propongo una serie de consejos que seguro ya conoces sobre la mejor manera de afrontar nutricionalmente la cuesta de enero. En otros posts hemos comentado muchos consejos, pero hoy te los resumo en estos puntos.

  1. Desayuna siempre, evitando la bollería industrial que solo aportan grasas saturadas y mucho azúcar. Recuerda que es mejor un lácteo desnatado o semi desnatado, pan o tostas integrales y un zumo de naranja. Empezarás el día con más fuerza y con una dosis extra de vitamina C, fibra y proteínas de alto valor biológico. Aquí, algunas ideas.
  2. Elige platos ligeros a la hora de comer: las verduras como espárragos, espinacas, alcachofas, berenjenas, son más diuréticas, fáciles de digerir y ricas en minerales.
  3. Cocina sano, con aceite de oliva, reduce las frituras, las salsas, y apuesta por cocinar al horno o a la plancha.consejos nutricionales postnavidad
  4. Come varias veces al día, entre cinco e incluso seis. ¿Por qué? Evitarás el hambre entre horas, no irás a las comidas con un hambre voraz y rendirás mejor en el trabajo o en los estudios, además de mantener a raya tu peso. No obstante, si picas, un truco: come pan o fruta o bebe infusiones. Te saciarán y te hidratarán.
  5. Duerme entre siete y ocho horas. ¿Te acuerdas que comentaba en algún post que dormir poco está asociado a engordar? Pues duerme más y ya verás cómo mantienes la línea. Conoce qué alimentos de ayudan a descansar.
  6. Reduce los alimentos ricos en azúcares típicos de los refrescos, de los dulces y de muchos postres. El exceso de azúcar también contribuye a la obesidad. Recuerda que la OMS recomienda una ingesta de 25 gramos de azúcar al día.
  7. Reduce alimentos precocinados ricos en sal y deja la sal en el salero. La sal retiene líquidos y contribuye a aumentar la tensión arterial. No sobrepases los 6 gramos de sal al día que recomienda la OMS.
  8. Lee los etiquetados de los alimentos y evita aquellos alimentos que tengan una elevada proporción de grasas saturadas, azúcar, sal, grasas trans, etc.
  9. Sal a hacer ejercicio. Recuerda los famosos 5.000 pasos como mínimo al día o entre 30 y 60 minutos de movimiento, ya sea en bici, andando, nadando, paseando al perro, subiendo escaleras… Lo importante es moverse. De nada servirá comer menos si no nos movemos. En este sentido, te recuerdo el post del estudio ANIBES, que comentaba cosas muy interesantes.
  10. Si decides ponerte a dieta, consulta con un profesional sanitario con conocimientos en nutrición: dietista-nutricionista, endocrino o farmacéutico nutricionista. Perder peso es algo serio y si lo haces mal es peligroso para tu salud. Déjate asesorar por expertos de verdad y los resultados serán mejores.

Que tengáis un gran año y muchas gracias a todos por leernos. ¡Cada vez somos más!