Llevar al extremo las manías, opiniones y/o creencias de uno mismo no es ni tolerante, solidario ni incluso saludable.
En el mundo de la nutrición existen también conductas que, llevadas a la obsesión, pueden suponer un problema de salud para la persona. Hoy quiero hablaros de la ortorexia, término moderno acuñado por Steven Bratman que se define como una obsesión por comer de forma sana.
Puede expresarse, por ejemplo, en forma de:
- Ausencia total de consumo de grasas.
- Ausencia total del consumo de carne.
- Exclusividad del consumo de alimentos ecológicos.
- Exclusividad de consumo de alimentos light.
- Rechazo absoluto de alimentos envasados.
La ortorexia entraría en los denominados trastornos de la conducta alimentaria, como pueden ser la anorexia nerviosa o la bulimia, aunque es menos grave que estas.
Seguro que piensas “¿Dónde está el problema? Comer sano es saludable”. Pues sí, pero en un ortoréxico, esta obsesión puede acarrear problemas de dietas poco balanceadas y que desde un punto de vista nutricional haya carencias en algunos nutrientes. Psicológicamente, se ve afectada la autoestima y pueden incluso creerse superiores al resto porque creen comer mejor.
Médicamente, los expertos en trastornos psicológicos lo relacionan con el trastorno obsesivo compulsivo.
El tratamiento de la ortorexia no es sencillo, ni tampoco su diagnóstico. Si conoces a alguien que pueda padecerla, no estaría de más que pudiera ver a un médico especializado en trastornos de conducta alimentaria.
Fuentes: http://www.orthorexia.com/
Speak Your Mind