La manazanilla es una hierba que solemos relacionar con la salud digestiva pero que posee, además, muchas otras propiedades beneficiosas para nuestra salud.
Como os decía, es muy conocida por su utilización para aliviar las molestias gástricas, y hacer más ligeras las digestiones.
Posee propiedades antiinflamatorias que pueden aliviar los síntomas de úlceras y gastritis, pero también, gracias a su capacidad para proteger y reparar la membrana gástrica puede aliviar problemas de gases o los síntomas de indigestiones y otras afecciones estomacales.
Sus propiedades antisépticas y antiinflamatorias la convierten en una maravillosa hierba capaz de ayudarnos a aliviar problemas oculares.
Orzuelos, conjuntivitis, o molestias en la zona de los ojos, se pueden aliviar aplicando algodones empapados en una infusión de manzanilla (siempre dejándola enfriar para no quemarnos).
Estas propiedades antisépticas también la convierten en una hierba indicada para las afecciones bucales como las aftas o inflamación de las encías.
La manzanilla posee colina que colabora para regular los niveles de colesterol y triglicéridos en sangre, contribuyendo así a cuidar el corazón y a mantenerse sano.
Otro de los beneficios de consumir manzanilla es aprovechar sus propiedades relajantes.
Puede ayudar a conciliar mejor el sueño y a aliviar estados de ansiedad.
También tiene propiedades beneficiosas para la piel aplicada de forma tópica y se suele utilizar para dar brillo al pelo e incluso aclarar un poco los cabellos castaños dándoles suaves reflejos.
Fotos: Pixabay
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