“Comer despacio” es uno de los consejos que probablemente más veces hayamos escuchado y que el frénetico ritmo de vida que a veces llevamos, nos impide a menudo, cumplir.
Son muchas las ventajas que tiene realizar las comidas de forma tranquila.
Vamos a ver algunas de las más importantes.
SACIEDAD
A medida que ingerimos alimentos, el organismo envía “señales” al cerebro para informarle de que hemos comido suficiente cantidad.
Sin embargo, estas señales tardan en llegar y, si comemos muy deprisa, es más que posible que cuando lleguen al cerebro, ya hayamos comido más de la cuenta.
CALORÍAS
Esta es una consecuencia de la anterior. Al comer más despacio y darle la oportunidad al cerebro de ingerir solo lo que necesitamos, la ingesta de calorías será también menor, con lo que resultará más fácil mantener nuestro peso y no cometer excesos.
DIGESTIONES
La ingesta más lenta de los alimentos favorecerá su procesamiento en el estómago y hará que las digestiones sean más ligeras.
Aquí también influye el tema de la saciedad, ya que comer la cantidad que necesitamos también las hará más fáciles.
SENTIDOS
No cabe duda que comer despacio suele favorecer el que se saboreen más los alimentos y seamos capaces de disfrutar más de la comida, algo que también es importante.
Así que no cabe ninguna duda de las bondades de comer despacio. ¿No os parece?
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