Últimamente leo en diferentes foros que el consumo de lácteos es perjudicial para la salud. A veces en la nutrición surgen modas poco o nada sustentadas en datos científicos que desde espacios como este es preciso aclarar para que no nos lleven a engaño.
En este blog ya hablamos en su día de de las propiedades nutritivas de los lácteos. En el post de hoy, intentaré desterrar algunos de los mitos infundados sobre el perjuicio de incorporar este alimento en nuestros hábitos nutricionales.
En primer lugar conviene recordar que todo en exceso tiene sus efectos negativos. Se recomienda tomar entre tres y cuatro raciones diarias de lácteos. Recuerda que una ración de lácteos es equivalente a:
- Un vaso de leche
- Dos yogures o postres lácteos del mismo tamaño
- 80 g. de queso fresco
- 30 g. de queso madurado.
Entre los falsos mitos que se le atribuyen a la leche está el de que produce mucosidad. Este estudio demostró que dicha relación era infundada.
También he oído que producen problemas de espalda (no he encontrado ningún estudio que lo demuestre). Y que somos los únicos mamíferos que consumimos lácteos después de la lactancia. Pero, ¿te has parado a pensar la cantidad de actividades que ningún otro mamífero realiza?
Por el contrario, existen evidencias de que el consumo de leche y productos lácteos tiene un claro efecto hipotensor, mediado por el efecto del calcio y la presencia de péptidos bioactivos. Los estudios epidemiológicos demuestran que el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular es un 17% menor en los individuos que consumen leche y productos lácteos respecto a los que consumen poca o no consumen leche y sus derivados.
Es más, incluso tiene efectos positivos para lograr mantener nuestro peso. Hace un tiempo también respondimos en este blog a la cuestión de si existe relación entre tomar leche y la obesidad. Aquí tienes la respuesta.
Mañana os seguiré dando más pruebas para desmontar esas falsas creencias acerca de estos productos.
Interesante artículo.
Últimamente da miedo la cantidad de artículos y cuentos que se leen en las redes sociales e internet. Alertas inventadas sobre medicamentos, o malos consejos sobre la salud.
Gracias por el artículo