Además de una disminución del rendimiento, alimentarse de manera inadecuada cuando se practica deporte aumenta el riesgo de lesiones y de otros serios problemas de salud. Uno de ellos es la hipoglucemia, una bajada en sangre por debajo de los niveles normales de la glucosa, que popularmente se conoce como pájara.
Este descenso de azúcar puede producirse bien por no haber ingerido los suficientes hidratos de carbono antes de la competición o la sesión de entrenamiento, bien por el efecto rebote que puede provocar una ingesta muy elevada de azúcar entre veinte y cincuenta minutos antes del ejercicio. Debilidad, fatiga, mareos, sudor frío, nerviosismo y hambre son algunos de sus síntomas.
Para evitarla y retrasar la sensación de fatiga, es fundamental no realizar ejercicio físico intenso en ayunas y planificar nuestra hidratación y alimentación antes, durante y después del deporte, tanto si se compite como si solo se entrena. En este sentido, pueden resultar de ayuda las bebidas isotónicas y otros complementos deportivos como barritas, geles y bebidas post esfuerzo, pues aportan carbohidratos de diferente índice glucémico y aseguran una correcta hidratación al deportista.
Los hábitos inadecuados de nutrición durante la práctica deportiva pueden llevarnos también a sufrir hiponatremia, que es la disminución de los niveles de sodio en sangre. Con el fin de evitar deshidratarse, los corredores suelen beber tanto líquido que finalmente diluye la sangre.
Se trata de un problema muy serio que, además de desorientación, confusión y crisis epilépticas, puede llegar a provocar coma o la muerte. El riesgo de hiponatremia es mayor si las condiciones ambientales son desfavorables, sobre todo si la temperatura es superior a los 30ºC y la humedad relativa, mayor del 55%.
Por tanto, para evitar una situación de hiponatremia que podría afectar al rendimiento deportivo y poner en peligro la salud del deportista, es fundamental la reposición del sodio que se pierde con la sudoración mientras practicamos ejercicio.
De hecho, el sodio es el único electrolito que, añadido a las bebidas consumidas durante el ejercicio, proporciona beneficios fisiológicos al deportista, ya que estimula la absorción de agua y de carbohidratos por el intestino delgado.
Speak Your Mind