El viaje de la cigüeña a París puede conllevar para la mujer una serie de síntomas típicos, como las náuseas y los vómitos. Muchas veces suelen ser el primer signo de que la mujer está embarazada. Ocurren de modo general en el primer trimestre del embarazo y afectan al 70%-90% de las mujeres. Suelen experimentarse por la mañana, a menudo antes de ingerir cualquier alimento y mejoran al final del día.
La experiencia clínica afirma que es más habitual en casos de gestaciones múltiples, en el primer embarazo, en gestaciones con feto del sexo femenino, en casos con antecedentes de estos síntomas en embarazos anteriores y en casos de embarazadas con sobrepeso. La mayor severidad de los síntomas se suele producir entre las 8 y 12 semanas, y a partir de este momento es cuando los síntomas suelen disminuir o incluso desaparecer.
No es una afección ni mucho menos grave pero sí resulta muy molesta y disminuye la calidad de vida de la mujer embarazada.
Entre las causas de las típicas náuseas y vómitos se barajan varias hipótesis: alteraciones de la motilidad gastrointestinal, exceso o defecto de hormonas que actúan directamente en el sistema nervioso central (SNC) o infecciones por la bacteria helicobacter pylori.
El tratamiento de estos síntomas debe comenzar lo antes posible, con el fin de reducirlos y evitar una situación más grave, como la hiperémesis gravídica (muy poco habitual, solo se da en el 2% de embarazos), que se diagnostica cuando las náuseas y vómitos son muy persistentes.
Así, el primer paso para tratar estas molestias es establecer unas medidas higiénico-dietéticas y de hábitos de vida que pueden ayudar a aliviarlas. Podemos destacar:
- Ingerir raciones pequeñas: facilitan la digestión.
- Tomar hidratos de carbono por las mañanas: tostadas, cereales integrales, pan, galletas (no te pases, eso sí).
- Incrementar el consumo de frutas y verduras.
- Disminuir la ingesta de alimentos grasos fritos, salsas, rebozados y empanados porque enlentecen la digestión y provocan pesadez.
- Los platos o comidas frías se toleran mejor, al igual que los alimentos suaves, preparados al vapor y a la plancha.
- Si las náuseas se producen siempre en el mismo momento del día, cambia los horarios de las comidas de forma que éstas no coincidan con las horas a las que habitualmente se producen las náuseas y/o vómitos.
- Sobre las bebidas, parece que es mejor no beber durante las comidas, y hacerlo antes o después de comer. Mejor que estén frías, y evitar las bebidas con gas, cafeína y zumos muy ácidos.
- Si se producen vómitos y no sólo náuseas, es muy importante reponer el líquido que se está perdiendo: bebe en muy pequeñas cantidades, a sorbos o con una cuchara cada 10-15 minutos, a lo largo de todo el día.
Si este tratamiento es insuficiente o ineficaz, el siguiente paso es el tratamiento farmacológico prescrito por un ginecólogo. Entre las sustancias y fármacos más eficaces destacan: vitamina B6, metoclopramida, doxilamina, prometazina, clorpromazina, combinaciones e incluso corticoides. Pero en estos casos, es importante no automedicarse y consultar siempre con el ginecólogo.
Otros hábitos
También hay que tener en cuenta estas otras recomendaciones generales:
- Evitar sustancias que desprendan olores muy intensos procedentes de perfumes, alimentos como el pescado o la carne, zonas de pintura, etc.
- No fumar.
- No tumbarse después de comer.
- Usar ropa cómoda que no oprima el estómago.
Y, por supuesto, desde estas líneas, felicitar a todas las mujeres que se encuentren embarazadas.
Fuentes:
María de la Torre Bulnes. Complicaciones gastrointestinales en el embarazo. Servicio de Obstetricia y Ginecología Hospital Universitario Virgen de las Nieves. Granada.
Anne Matthews, Therese Dowswell, David M Haas, Mary Doyle, Dónal P O’Mathúna. Intervenciones para las náuseas y los vómitos en la fase temprana del embarazo. Revisión Cochrane 2010.
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