En la actualidad, debido al cambio social y al avance tecnológico producido en nuestra sociedad, solemos realizar una gran compra quincenal o mensual de alimentos, o incluso hacerla por internet.
Desafortunadamente, a la hora de elegir los alimentos se le da más importancia al factor económico, al gusto, a la comodidad y a la facilidad de la preparación culinaria o del cocinado, cuando lo más importante es elegir los alimentos por su valor nutritivo.
La compra de alimentos es el momento donde debemos organizarnos y tomar en serio la elección correcta de los alimentos Si escogemos y compramos bien, podemos lograr una mejor alimentación para nosotros y para el resto de la familia.
Sin embargo, comprar con criterio es difícil, ya que son muchos los motivos que nos llevan a la elección o preferencia de alimentos inadecuados que contienen grasas saturadas, azúcares simples, resultan pobres en fibra o con altos niveles de colesterol o sodio.
Aunque parezca un consejo de Perogrullo, es importante dedicar tiempo para comprar. Las prisas generalmente no son buenas compañeras; evita comprar con prisas o con el estómago vacío ya que se ha estudiado que en estas situaciones, los alimentos que elegimos son los menos recomendables para nuestra salud. Además una mala compra afecta a tu bolsillo, si eliges mal, seguro que al final tiras alimentos a la basura. Datos de la Asociación de Cadenas Españolas de Supermercados hablan de que despilfarramos hasta un 70% de los alimentos que compramos. Piensa que incluso esas cifras no son ya saludables sino ni morales ni éticas.
Por eso, algunos consejos útiles pueden ser:
- Planificar el menú diario o semanal.
- Pensar qué comidas se harán en la semana y quien comerá en casa.
- Repasar la despensa de la cocina.
- Confeccionar una lista con tres columnas: alimentos frescos (leche, queso, carnes), no perecederos (arroz, azúcar, cereales) y congelados
Y finalmente, lee el etiquetado. Aunque otro día dedicaré uno o más post sobre el etiquetado de los alimentos, te adelanto la importancia de que lo revises atentamente, ya que ofrece mucha información sobre si el alimento que vamos a comprar es saludable para nosotros; si contiene colesterol o fibra, si es apto para celiacos o diabéticos, las calorías que tienen, el azúcar y el sodio que llevan, la fecha de caducidad…
La compra es el primer paso de una alimentación saludable; al principio puede costarte tiempo elegir los alimentos que necesitas, pero sólo al principio, porque después es fácil, más económico y, sobre todo, más sano.
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