“One apple a day, keep the doctor away”.
Puede que sea una de las citas más conocidas referentes a esta maravillosa fruta y sin embargo, a algunas personas aún les cuesta incorporar las manzanas a su dieta.
Vamos a enumerar algunos de los muchos beneficios que consumir habitualmente manzanas:
– Está deliciosa.
La manzana es una fruta con un sabor suave y dulce, que la hace fácil de incorporar en la dieta desde la infancia.
Además, existen muchas variedades y casi podríamos decir que “existe una variedad de manzana para cada paladar”.
– Su alto contenido en agua la convierte en una fruta muy recomendable para mantener la hidratación del organismo.
– Contiene potasio por lo que ayuda a controlar la presión arterial.
– Posee ácidos como el málico o el tartárico que ayuda a hacer mejor la digestión y digerir las grasas.
– Posee fibra tanto soluble como insoluble y puede tener propiedades astringentes si la comemos asada o en compota, o ayudarnos a prevenir el estreñimiento, si la comemos fresca y con piel.
– Esta fibra ayuda a conseguir la sensación de saciedad por lo que es ideal para ayudar a comer sano y en cantidades razonables.
– Además la pectina que contiene protege la mucosa intestinal y ayuda a proteger el tracto intestinal y favorecer la salud del colon.
– Contienen antioxidantes, sobre todo en las versiones más rojas.
– Sus nutrientes ayudan a regular el nivel de colesterol.
– Posee quercetina, un fitoquímico que ayuda a prevenir el asma y otras enfermedades inflamatorias.
– Es una fruta que se puede consumir de forma fácil, y llevar a cualquier parte.
– Su contenido en fósforo puede ayudar a conciliar el sueño, con lo que se convierte en un postre perfecto para la cena.
¿Qué os parece? Merece la pena ¿verdad?
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