La miel, conocida en la antigüedad como “el néctar de los Dioses”, ha acompañado al hombre a lo largo de la historia y este se ha beneficiado de sus propiedades.
Edulcorante natural
La miel, gracias a su sabor dulce, se puede utilizar con edulcorante natural.
Se puede añadir a la leche, queso fresco o yogur aportando de esta forma grandes beneficios para la salud frente a otros tipos de edulcorantes.
Fuente de energía
100 gramos de miel aportan unas 300 calorías, por lo que su consumo es recomendable para quienes necesitan una dosis extra de energía como deportistas, niños, personas mayores,o quienes quieren incrementar su consumo calórico.
Contiene una gran cantidad de azúcares, de los cuales el 70% son glucosa y fructosa, que se absorben con rapidez en la mucosa intestinal y que proporcionan energía rápidamente.
Hay que tener en cuenta que el consumo de miel no está recomendada, no obstante, en menores de un año, y deberá consultarse al médico su consumo recomendable en diabéticos o alérgicos al polen.
En cantidades moderadas (10 gramos/día), se puede tomar sin que suponga un gran aporte calórico.
Muchas variedades
Según la variedad de las flores y el tipo de colmena, la miel puede aportarnos más de sesenta sustancias diferentes como azúcares, ácidos orgánicos, vitaminas (C, B1, B2, B3, B5), ácido fólico, minerales (fósforo, calcio, magnesio, silicio, hierro, manganeso, yodo, zinc, oro y plata), aminoácidos esenciales, esteroles, fosfolipidos, falvonoides, polifenoles y enzimas.
Fuente: Fundación Española del Corazón
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