Seguramente, hayáis leído mucho sobre los beneficios de tomar avena y sobre todo, de incluirla en el desayuno.
Se trata, sin duda, de un cereal con un alto valor nutritivo, rico en vitaminas y minerales, pero veamos cuales son los beneficios de incorporarlo a nuestra dieta y, en especial, a nuestro desayuno.
En primer lugar, se trata de un cereal capaz de aportarnos proteínas a primera hora del día, indispensables para cuidar los tejidos del organismo.
Pero además, proporciona hidratos de carbono de absorción lenta, tan necesarios en el desayuno y que nos ayudarán a mantener la sensación de saciedad durante varias horas sin tener “ataques de hambre”.
Es muy recomendable para facilitar las digestiones y facilitar el tránsito intestinal.
Aporta calcio, por lo que colabora a mantener unos huesos fuertes y saludables.
Otro de los beneficios de desayunar avena es que ayuda a controlar los niveles de azúcar en sangre.
La avena es buena para el corazón y su contenido en ácidos omega 3 y linoleicos la convierten en un excelente aliado para cuidar la salud cardiovascular y reducir el colesterol “malo” o LDL.
Su alto contenido en vitaminas del grupo B ayudan a cuidar el sistema nervioso y al contener yodo, puede ser recomendable en casos de problemas de tiroides.Previene la osteoporosis: debido a que cuenta con los niveles de calcio necesarios para una buena salud ósea, evitando la desmineralización y de vitamina D para ayudar a fijar el calcio.
Se trata de un alimento muy recomendado en general para desayunar, debido a que aporta mucha energía pero, como veis, de forma saludable.
La avena, además, es una excelente aliada para cuidar la piel, sobre todo en casos de dermatitis o piel sensible. En este caso se recomienda tomar baños infusionados con este cereal, o utilizar cremas con alto contenido en el mismo.
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