Como comentamos en el anterior post dedicado a las causas de caída del cabello, el verano es una estación en la que el cabello puede mostrarse más frágil. Además, si se añade un déficit nutricional, se degrada la estructura capilar, dando lugar a un cabello seco y quebradizo, con pérdida de brillo y sin flexibilidad.
Una buena alimentación, variada y equilibrada puede ayudarte a cuidar tu pelo. Es importante que tu alimentación contenga los siguientes nutrientes:
Zinc: esencial para la síntesis de queratina. La puedes encontrar en nueces, los granos enteros, las legumbres y carnes de cerdo o cordero.
Hierro: mineral primordial en la alimentación. Su déficit puede provocar pérdida de cabello, fragilidad y sequedad. Lo encuentras en frutos secos, almejas, berberechos y legumbres.
Vitaminas del grupo B: involucradas en el crecimiento del pelo, bien porque intervienen directamente en el proceso de síntesis de la queratina, o bien porque están directamente relacionadas con el metabolismo de ciertas grasas, aminoácidos, etc., son necesarias en el metabolismo de la piel y del folículo piloso y tienen una importante función seborreguladora. Los puedes encontrar en pan integral, pescado, carne, leche, huevos…
Aminoácidos azufrados como la metionina y la cisteína: actúan directamente sobre el folículo pilo-sebáceo, frenando la producción de sebo, estimulando la queratogénesis y mejorando la calidad del cabello. El aporte de aminoácidos azufrados mejora la calidad de la queratina, dando lugar a un cabello más resistente, flexible y sano.
Además de estos productos, puedes ayudarte de complementos alimenticios que contengan estos nutrientes y otros muchos como el extracto de mijo. Pregunta a tu farmacéutico por ellos.
Finalmente, te dejo una serie de cuidados generales para tu cabello:
- Cepillar el cabello a diario, y eliminar así los restos adheridos. El cepillado debe realizarse con un peine provisto de púas no afiladas; evitar el cepillado agresivo y los peinados tirantes y forzados.
- Mantener una higiene adecuada: El cabello debe lavarse de 1 a 2 veces por semana con un champú suave, aclarándolo bien con agua blanda, y secándolo a temperatura moderada. Masajear el cuero cabelludo para incrementar el riego sanguíneo.
- Evitar colorear y decolorar el cabello muy a menudo.
- Mantener una alimentación sana. Una mala alimentación puede favorecer la caída del cabello. Es necesario seguir una dieta equilibrada que incluya fruta, verdura, cereales y pescado.
- Evitar el secado del cabello a altas temperaturas. Usar una toalla o secar al aire. Si se usa secador, colocarlo a distancia y no localizar el calor en un único punto, para quemar el pelo lo menos posible.
- Evitar situaciones de estrés.
No consumir tabaco, ya que reseca la piel y debilita el pelo. El tabaco reseca la piel y puede debilitar el cabello. Para conservar el estado de salud se debe limitar el consumo de tabaco y alcohol.
Ante cualquier duda sobre el origen de la caída del cabello y los posibles tratamientos consulte siempre con su farmacéutico.
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